La Oficina de Protección a las Víctimas de Violencia Familiar y la Mujer (OVFyM) es un Organismo que no sólo se ocupa de los casos de violencia de género según lo establece la Ley 26.485, sino que además, tiene competencia en los casos contemplados en la Ley 24.417, de Protección contra la Violencia Familiar, sancionada en 1994.
Dicha legislación, postula en su Artículo 1 que toda persona que sufriese lesiones o maltrato físico o psíquico por parte de alguno de los integrantes del grupo familiar, podrá denunciar estos hechos en forma verbal o escrita ante el Juez con competencia en asuntos de familia y solicitar las medidas cautelares conexas. Bajo este lineamiento, la OVFyM también trabaja con casos de violencia hacia los adultos mayores, se trate de mujeres u hombres.
Como indican informes del equipo profesional del Organismo, la violencia ejercida en contra de adultos mayores, se diferencia de otro tipo de violencias porque está dirigida contra personas de la tercera edad o ancianos que, en la mayoría de los casos, presentan capacidades físicas disminuidas o cierta exclusión social. Estas características son indicadores muy importantes que se tienen en cuenta a la hora de elaborar informes, especialmente la historia de vida la víctima, ya que en muchos casos, son personas (en su mayoría, mujeres) que a lo largo de su existencia sufrieron hechos violentos por parte de ex parejas (ya fallecidas) y, actualmente, por parte de sus hijos.
En su mayoría, quienes sufren este tipo de violencia son mujeres adultas que vienen siendo víctimas desde antes por parte de sus ex parejas y, si bien no es igual en todos los casos, los hijos imitan estas conductas, informaron la Dra. Eugenia Hernández, jefa del Área de la Mujer de la OVFyM, y la Trabajadora Social, Guadalupe Carreras, integrante del equipo interdisciplinario del Organismo.
Si bien, los casos más comunes de violencia de género que sufren las víctimas son la física y la verbal, en el caso de los adultos mayores hay una preponderancia de la violencia económica, donde prevalecen la apropiación de las tarjetas bancarias y la venta de bienes materiales.
“Muchas veces, este tipo de situaciones se dan por un factor determinante, que son las adicciones. En la Oficina se reciben muchas denuncias en donde se nos informa que los hijos están involucrados en el consumo de sustancias”, agregaron.
La violencia psicológica también está presente en un amplio porcentaje de los casos, en donde el victimario humilla al adulto mayor por medio de insultos constantes, lo que conlleva a que la víctima pueda verse reducida socialmente y elija resguardarse en su hogar para evitar sufrir agresiones físicas. “Muchas mujeres nos relatan que deben encerrarse en sus habitaciones, y hasta comen solas en ese lugar, para no recibir amenazas por parte de sus hijos, que, en su mayoría, las intimidan diciéndoles que las van a abandonar, internar o hasta matar”, explicó la Carreras.
En algunos casos, quienes se dirigen a la OVFyM a radicar las denuncias, son los hijos no convivientes con el adulto mayor, quienes solicitan una exclusión o prohibición de acercamiento del hijo que sí convive con la persona afectada por el hecho de violencia. En el caso de que el adulto tuviese una dificultad física que no le permita acercarse al Organismo, son los familiares que descubren, o tienen conocimiento de la situación, quienes vienen a denunciar los malos tratos.
En cuanto al proceso de denuncia es idéntico a cualquier otro, y consiste en tomar el relato a la víctima o familiar. Posteriormente, se realiza un informe con el equipo interdisciplinario para poner en conocimiento de la Justicia el hecho, de manera que el Juzgado pertinente tome las medidas judiciales que correspondan.
Fuerte trabajo de contención
El relato de un adulto mayor que ha sufrido violencia por parte de un hijo representa uno de los procesos más complicados en la denuncia: “Para un padre o una madre, realizar este tipo de exposiciones es muy difícil, por lo tanto, debemos guiarlos cuidadosamente en todo el proceso y respetar los tiempos de la víctima. Entendemos que se trata de denunciar nada más y nada menos que a un hijo, con todo lo que ello implica”, expresó la Dra. Eugenia Hernández.
Por ello, es que la OVFyM cuenta con un equipo interdisciplinario de psicológicos preparados profesionalmente para recibir cada uno de los casos, con la principal tarea de contener emocionalmente a las víctimas. “Muchas veces, las madres que denuncian a sus hijos se arrepienten en plena exposición del relato, pero también son conscientes de que viven bajo una situación extrema”, indicó la Trabajadora Social Guadalupe Carreras. En este sentido, explicó que la mayoría de las denunciantes realizan la exposición después de haber sufrido varios hechos de violencia familiar.
En el transcurso del año, el Organismo ha recibido entre 10 y 15 casos de violencia contra adultos mayores, siendo en su mayoría, mujeres de entre 60 y 70 años. “Lo que tratamos de hacer es que las víctimas comprendan que deben transitar este período de la vida sin violencia, sobre todo en aquellos casos en que ya la sufrieron por parte de sus parejas”, destacó Hernández.
Las acciones realizadas por la OVFyM se enmarcan en una gestión en red y colaborativa con otros Organismos, como Derechos Humanos, Ministerio Público Fiscal, Unidades Fiscales (en caso de lesiones o amenazas de muerte), y Dirección de Adultos Mayores. “Es una utopía pensar que desde una sola institución podamos brindar una respuesta a quien denuncia; no hay que olvidar que el maltrato hacia los adultos mayores es una cuestión netamente social y es necesario un trabajo en red”, finalizaron las profesionales.