El debate por la legalización del aborto, que ya tiene media sanción en la Cámara de Diputados, está llegando a su fin en el Senado. El martes será la última jornada de audiencias públicas y el miércoles las comisiones de Salud, Justicia y Asuntos Penales y Asuntos Constitucionales emitirán un dictamen para que el proyecto se debata en el recinto el 8 de agosto.
Debido a que la discusión está muy pareja, aún no se sabe qué dictamen tendrá más firmas. Si bien hay una leve ventaja de los senadores que rechazan la norma, la iniciativa que propone introducir modificaciones está tomando fuerza para lograr un consenso entre los que impulsan la ley y los indecisos. Esto definirá qué texto se debatirá primero.
Ahora bien, una vez llegado al recinto, ¿cuál es la suerte que puede correr el proyecto?
1- Aprobación sin cambios. Esto ocurriría si la iniciativa que viene de la Cámara baja obtiene dictamen y luego con mayoría simple (37 votos, de estar todos los senadores presentes) se convierte en ley. Está casi descartado ya que quienes votan a favor no alcanzan ese número y los indecisos que acompañarían la ley buscan que haya cambios.
2- Rechazo. Sucederá si los bloques que quieren frenarla logran imponer su dictamen y lo ratifican en el recinto con la mayoría simple. Los números indican que hoy es la opción más probable. También es la apuesta de los «pañuelos celestes», que saben que la única manera de terminar con el debate es rechazarlo de plano, sin posibilidad de que haya cambios y vuelva a Diputados.
3- Aprobación con cambios. Para lograrlo, quienes promueven esta variable -es un proyecto de los senadores por Córdoba- deberán conseguir el apoyo de los «pañuelos verdes», que originalmente estaban firmes en la idea de aprobar la norma tal cual se sancionó en Diputados. Pero, con el panorama actual, y considerando que muchos indecisos acompañarían las modificaciones, la estrategia mutó para que la palabra final la tenga la Cámara baja. De ser esta la opción que coseche más votos -también necesita mayoría simple-, el texto volvería a la Cámara de origen.
Si la votación resultara empatada, definiría Gabriela Michetti, presidente del Senado, que lo haría en contra del proyecto.
Qué pasa si vuelve a Diputados
Lo primero que debe suceder es el debate en comisión, como en cualquier ley. Una vez obtenido el dictamen, llegaría nuevamente al recinto. Ahí, el cuerpo tiene dos opciones de acuerdo a la Constitución Nacional: aceptar los cambios o insistir en la primera sanción.
Para aceptar los cambios, solamente necesita mayoría simple. En cambio, para descartarlos y aprobar el texto original, es necesaria una mayoría igual o superior a la del Senado. Por ejemplo, si la Cámara alta aprueba con dos tercios de los votos, Diputados va a necesitar dos tercios. No le alcanza con la mayoría simple.
Este escenario es el que más conviene a quienes impulsan la ley porque significaría que Diputados tiene la última palabra. Además, es imposible que, de aprobarse con cambios en el Senado, sea con dos tercios, porque habrá cerca de 30 votos en contra. Por ende, con una diferencia de un voto, la Cámara baja podría sancionar la iniciativa original.
De todos modos, todo indica que si la norma vuelve a Diputados, los pro aborto aceptarán los cambios y no insistirán en el otro texto. Esta sería la postura de los armadores de Cambiemos, que ven acá una posibilidad de acercar posiciones nuevamente con el peronismo no K luego de varios meses convulsionados por los proyectos de tarifas.
Fuente: Infobae