Diez casos probados, cinco imputados y varios sospechosos. Ese es el resultado hasta el momento de la investigación por los abusos en el fútbol, según indicó María Soledad Garibaldi, la fiscal a cargo de la causa. También reveló cuáles eran algunos de los mensajes a través de los cuales los acusados tomaban contacto con las víctimas.
El perfil de los menores elegidos por los imputados, que ya se encuentran detenidos, es «muy marcado». Garibaldi sostuvo que preferían a los chicos que venían del interior del país y consideró que el motivo era aprovecharse de «las necesidades que tienen y su vulnerabilidad: son chicos desarraigados completamente que tienen todas sus familias lejos».
«El consentimiento de esos chicos, aunque tengan 18 años, está viciado», afirmó en el programa Debo Decir del canal América, y expuso algunos detalles de los mensajes que recibían los menores de la pensión de Independiente.
«Me llamó mucho la atención que tres signos pesos se repetían en todas las conversaciones. También les decían ‘qué crack’ o ‘qué lindas piernas tenés’ o ‘qué facha tenés’ para concretar los encuentros», sostuvo la fiscal.
En las últimas horas, señaló Garibaldi, se realizaron dos cámaras Gesell de las cuales surgieron cuatro hechos más y un caso de grooming – contacto que hace una persona con fines sexuales hacia los niños -, un delito que tiene penas de hasta 4 años de prisión.
En medio del escándalo que destapó la investigación, la fiscal remarcó que no tuvo ni recibió ningún tipo de amenazas ni presiones pero que tampoco tiene miedo. El motivo, contó, fue la operación a «corazón abierto» que le hicieron a su última hija cuando apenas tenía unos meses.
«Fueron años complicados porque la nena de 2 años fue operada de corazón. Felicitas fue la bisagra que tuve en mi vida. Miedo no tengo porque después de pasar por esa operación a corazón abierto… Ese miedo que sentí esa vez no lo volví a sentir», manifestó.
