Como ocurre todos los años, en esta época del año los problemas respiratorios se incrementan. Por tal motivo el personal de la dirección de Salud aconsejó determinados métodos a tener en cuenta.
Desde el área se especificó que “resfriados comunes, gripes, neumonías y faringitis son las afecciones más habituales, aunque también se trata de una estación complicada para los asmáticos y los alérgicos”.
En otoño también aumentan las enfermedades pulmonares y de bronquios. Además, hay que sumarle una proliferación de enfermedades gastrointestinales, ya que las temperaturas más bajas, el viento y la humedad permiten a los parásitos propagarse de forma más rápida. Los problemas dermatológicos como la dermatitis también pueden sucederse.
Para evitar todos estos problemas, «es recomendable evitar los cambios bruscos de temperatura y las corrientes, y abrigarnos correctamente para evitar resfríos. En cuanto a la gripe, se recomienda siempre ponerse la vacuna, especialmente si se trata de personas que forman parte de grupos de riesgo, como niños y personas mayores de 60 años. Siempre hay que mantener los hábitos higiénicos, como lavarse las manos frecuentemente, para evitar la propagación de bacterias”.
Por otra parte, para contribuir a la mejora de nuestro estado anímico, acusado por la bajada de producción de la serotonina debida a la disminución de la luz natural, «es importante que hagamos deporte y que reforcemos nuestras defensas con una alimentación equilibrada rica en frutas y verduras que nos aporte las vitaminas y los minerales suficientes».