«Después de considerarlo mucho y de discutirlo con mi familia, retiro mi nominación a secretario de Trabajo….Estoy honrado de haber sido considerado por el presidente Donald Trump para encabezar el Departamento de Trabajo y poner a los trabajadores y los negocios estadounidenses de vuelta en un sendero de prosperidad sustentable», aseguró el propio Puzder en un comunicado, citado por el diario.
«Pese a que no serviré dentro del gobierno, apoyo por completo al presidente y a su equipo altamente calificado», agregó el empresario, que aún debía atravesar por el proceso de confirmación en el Senado.
Al momento de conocerse su renuncia, Puzder no sólo contaba con la oposición declarada de toda la minoría republicana, sino que además varios medios habían adelantado que hasta 12 senadores del oficialismo republicano podían votar en su contra en su audiencia de confirmación.
Si esto se confirmaba, no tendría los números para llegar a ser parte del gabinete nacional.
Hacía semanas que Puzder era bombardeado con críticas y denuncias, tanto en el Congreso como en la prensa.
La tensión llegó a tal punto que hace una semana tuvo que reconocer públicamente que él y su mujer contrataron hace años a una empleada doméstica en su casa de California que vivía ilegalmente en el país y, por lo tanto, no pagó todos los impuestos correspondientes.
Según un comunicado que publicó entonces, cuando «se enteró de su estatus, inmediatamente» suspendió el contrato. «Le ofrecimos ayuda para formalizar su situación legal», agregó y explicó que su esposa y él «reintegraron íntegramente» los impuestos adeudados al IRS (Hacienda) y al estado de California, agregó.
Más allá de este caso en particular, Puzder había recibido numerosas críticas de sindicatos por su gestión y prácticas laborales como presidente de la empresa de restaurantes de comida rápida RKE, que incluye las cadenas Carl’s Jr. y Hardee’s, y que dirige desde el 2000.
Además, su proceso de confirmación en el Senado tuvo que ser retrasado varias veces ya que el empresario aún no había formalizado el traspaso de sus funciones al frente de RKE para evitar potenciales conflictos de interés.
Patty Murray, la senadora demócrata con mayor rango en la comisión de Salud, Educación y Trabajo del Senado ya había adelantado la semana que Puzder no la tendría fácil en el Congreso.
«Si el señor Puzder comparece finalmente ante nuestro panel, va a tener que dar un montón de explicaciones», había advertido la senadora.
Fuente: Telam