La decisión del gobierno de apartar a Alejandro Cacetta de la presidencia del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA) no cayó bien en el sector y recibió el repudio del actores, directores y empresarios del rubro. Sin embargo, el ministro de Cultura, Alejandro Avelluto, anunció hoy que habrá más desplazamientos en el organismo.
«No quepa la menor duda de que a partir del lunes no sólo vamos a modificar el plantel de gerentes, algunos de los cuales vienen de los años del kirchnerismo, sino que también vamos a trabajar con la Oficina Anticorrupción para generar nuevos circuitos. Quiero que el INCAA sea una institución ejemplar», sostuvo el funcionario nacional. Además, horas después el Ministerio de Cultura difundió un comunicado en el que desmintió que el Gobierno busque «reducir o achicar el apoyo del Estado a la industria cinematográfica nacional».
Por su parte, un grupo de actores y empresarios se manifestaron a través de las redes sociales para respaldar a Cacetta y cuestionar la decisión del Gobierno. Entre ellos, Adrián Suar, Juan José Campanella, Graciela Borges, Moria Casán y Luciano Cáceres.
Además, la Asociación de Cronistas Cinematrográficos expresó en un comunicado su «preocupación» por la actitud del gobierno. Entre otras cosas, reclamó el «cumplimiento total de la ley de cine» y que se respete la autarquía del INCAA.
La Asociación Argentina de Actores, en tanto, advirtió que se trata de una «pelea interna» que tiene como objetivo arrasar con la industria local. «Es muy probable que las acusaciones de corrupción que pesan sobre Alejandro Cacetta se diluyan si ya consiguieron lo que querían: la renuncia. La mayoría de los hacedores de la industria cinematográfica no creemos que sean ciertas las acusaciones por lo demostrado en su accionar por el hasta ayer presidente del Instituto. Lo que no se aclarará, si no se hace explicito de parte de Cacetta, es que esta maniobra es parte del plan del gobierno para hacer desaparecer la industria cinematográfica nacional. Sin ese gesto concreto es imposible salir en defensa de su gestión, que no termina simplemente con la renuncia», indicaron sus autoridades en un comunicado.
Los actores también defendieron a Pablo Rovito, director de la Escuela Nacional de Experimentación y Realización Cinematográfica. «Durante los años en los que estuvo a cargo de esta institución ha demostrado idoneidad y tuvo apoyo del sector en general, creemos que es víctima de la misma operación y, como en el caso anterior, tiene la posibilidad de denunciarla y recibir el apoyo de estudiantes y trabajadores», indicaron.
También hubo numerosas manifestaciones individuales, como la del premiado director Luis Puenzo o la directora y guionista Lucrecia Martel, quien opinó que Cacetta «estaba tomando buenas decisiones», que «era un ejemplo de funcionario» y que «no tuvo una posición mezquina a pesar de que cuando entró al Instituto había funcionarios de la gestión anterior».
Además, circuló en las redes sociales un texto titulado «El Instituto de Cine no es financiado con nuestros impuestos», que recuerda que «el Fondo de Fomento de Cine es autárquico» y denunció «una campaña de desinformación».
Fuente: Infobae