Los sindicatos aeronáuticos advirtieron que la decisión de Aerolíneas Argentinas de no reabrir próximamente las negociaciones salariales y postergar hasta febrero las tratativas para actualizar los sueldos “implica llevarnos a un nuevo conflicto, que ya transitamos hace poco tiempo y conocemos las consecuencias” y afirmaron: “Queremos construir lo necesario para no tener que volver a recorrerlo, pero es evidente que del lado de la empresa hay una necesidad de impulsar el conflicto”.
Los tres primeros sindicatos, APLA, AAA y AAPA, dirigidos por Pablo Biró, Juan Pablo Brey y Rodolfo Llano, protagonizaron en 2024 el feroz conflicto salarial con medidas de fuerza que durante largas semanas causó trastornos a miles de pasajeros en Aeroparque y en Ezeiza.
En un comunicado, los gremios resaltaron que los trabajadores “hemos dado muestras potentes de buena fe y compromiso que se pueden comprobar en el récord de pasajeros transportados en la temporada de verano”, donde “dimos muestras superlativas de confianza y de responsabilidad”.
Los líderes de esas organizaciones gremiales se reunieron hace un mes en la sede de aeronavegantes para analizar los sueldos del sector, ya que la recomposición salarial del 16% acordada el 13 de noviembre en Aerolíneas abarcaba el período mayo-octubre, por lo que decidieron pedir la reunión con Lombardo para negociar una mejora de sueldos para noviembre y diciembre.
“El tema es que cerramos la paritaria hasta octubre inclusive, pero nos quedaron sin aumento noviembre y diciembre, que ya está por terminar, además del atraso que seguimos manteniendo porque no recuperamos todo lo que habíamos perdido ante la inflación -dijo a Infobae uno de los jefes sindicales aeronáuticos-. Por eso mandamos la carta para que nos citen y en base a la respuesta determinar si quieren otro conflicto o no, pero ya no va a depender de nosotros”.
El acuerdo firmado entre Aerolíneas y APLA, AAA y APA incluyó modificaciones en los convenios laborales y formas de trabajo a cambio de un aumento salarial del 16% para el período mayo-octubre, cifra que podía elevarse por el impacto de algunos adicionales. Según informó la empresa en ese momento, “se firmaron nuevas condiciones que permitirán mayor movilidad y flexibilidad en tareas y posiciones del personal que aumentará significativamente la productividad”.
Entre los ajustes acordados, tanto el gremio APLA como el personal jerárquico y los pilotos jubilados perdieron el beneficio de pasajes vacacionales en clase ejecutiva para ellos y sus familiares directos. Además, tanto pilotos como tripulantes aceptaron reemplazar el traslado en remis por un sistema de viáticos que se pondrá en marcha después de la temporada alta. A partir de esta modificación, el horario de trabajo comenzará una vez que lleguen a las terminales aeroportuarias, eliminando la consideración del tiempo de traslado como parte de su jornada laboral.
En el área de mantenimiento y operaciones, el personal mecánico y de rampa podrá ser movido entre hangares y líneas de trabajo según las necesidades operativas, lo que soluciona un tema históricamente conflictivo. Asimismo, el personal de check-in levantó el bloqueo sobre las terminales de autoservicio y el sistema de despacho automático de equipaje, lo que facilitará el uso de tecnologías automatizadas en los aeropuertos.
Los tripulantes de cabina aceptaron la instrumentación de un servicio de venta a bordo de productos, lo que representa un cambio en la modalidad tradicional de vuelo de la compañía. Los incentivos acordados están diseñados para aumentar las horas de vuelo de pilotos y tripulantes, quienes verán reflejados mejores salarios a medida que incrementen su tiempo efectivo de operación.
Esas modificaciones, de acuerdo con la información oficial, permitirán que Aerolíneas aumente la eficiencia operativa al eliminar prácticas y restricciones que se mantenían vigentes desde hace más de una década. Según Aerolíneas, estas limitaciones impactaban de manera negativa en los resultados económicos y la eficiencia operativa. Los avances alcanzados, aseguró, “garantizarán un período de estabilidad en la programación de vuelos que abarcará toda la temporada de verano”.
Fuente Infobae