Julio Cesar Ruíz, de la Fundación Adoptar, explicó cómo es la situación del tráfico de bebés a nivel nacional, tras el caso de Villa María e indicó que solo un 25% de los niños adoptados se realiza por medios legales.
«Hay mafias que organizan la compra y venta de bebés: son organizaciones de delincuentes comunes asociados con funcionarios públicos. Todo esto está probado y lo vengo diciendo hace 28 años», destacó Ruíz.
Y resaltó que «es imposible robar una criatura si no hay complicidad de un funcionario público».
Según Ruíz, uno de los principales puntos de tráficos de bebés es en Santiago del Estero, en Añatuya, cerca de Morteros. Por allí, se filtran bebés o mamás embarazadas en situación de extrema vulnerabilidad en sanatorios y clínicas.
«El mismo Zamora, afirmó que de cada 10 niños que nacen en Santiago solo se registran dos o tres», señaló.
Y agregó: «Argentina es proveedora de materia prima para la industria de la pornografía infantil y utilización de cuerpos vivos o muertos en ritos satánicos. Parece que estuviera loco, pero eso es la realidad».
«No se venden ni se compran niños: se venden bebés, porque son mucho más fáciles de hacer desaparecer del sistema», dijo y agregó que no se debe hablar de «supresión de identidad» ni de «adopción ilegítima».
«Esto es robo de bebés y eso en Argentina hoy no está configurado como un delito de trata de personas», concluyó.
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