Mientras cientos de espectadores aclamaban al Chaqueño Palavecino, en el margen izquierdo del club Sarmiento, donde se desarrollaba el Festival de La Salamanca, cerca de las 2 de la madrugada ocurría un incidente sin precedentes.
Todos disfrutaban del espectáculo, pero el accionar de un efectivo policial llamó la atención de la secretaria de Gobierno Municipal, Dra. Verónica Larcher, quien descubrió que el patrullero pretendía ingresar al estadio.
Conocedora de la organización del evento y entendiendo que los móviles policiales solamente debían estar apostados fuera del predio, la doctora Larcher se acercó a ver qué sucedía.
Grande fue la sorpresa de la funcionaria cuando se entrevistó con el agente de apellido Centeno, numerario en la Prevención Nº4, y advirtió que dentro del rodado el funcionario llevaba al menos cuatro mujeres que mostraban un comportamiento «sospechoso».
Cuando Larcher le consultó al efectivo lo que pretendía hacer, éste le contestó que iba a ingresar al campo de juego y estacionaría el rodado adentro. El comportamiento del agente ofuscó a la funcionaria quien de inmediato solicitó la presencia del superior a cargo.
Un comisario inspector de apellido Ibáñez, quien ya había sido jefe de Centeno en otra dependencia, llegó al lugar y tomó conocimiento de la situación. La Dra. Larcher solicitó de inmediato a Centeno que se retirara y le cuestionó la utilización de los vehículos oficiales para realizar este tipo de traslados.
Lejos de acatar el pedido de la secretaria comunal, Centeno comenzó a insultar a la mujer, a quien le decía «vos no sos nadie». Al ver que la situación podía pasar a mayores, el uniformado fue retirado del predio y sus «acompañantes» fueron invitadas a descender del móvil.
Según se supo, las autoridades máximas de la Policía tomaron conocimiento de los hecho y expulsaron al agente de la fuerza.
Fuente: el liberal
