Angel de la flora
Tu ropaje nevado
es una virgen blanca
en marmol de Carrada.
Vigía de mi pueblo,
columpio de los pájaros,
reservorio del polen
que sueñan las abejas.
En tu cáliz se duerme
el alma del rocío,
para que en las mañanas
de otoño de mi Santiago,
se abracen a tu pronda
mariposas sedientas
a celebrar el néctar
en copas de cristal
Autor: Luisa Paulina Avila
Libro Lapachos Santiagueños