Al menos 24 personas murieron y 53 resultaron heridas cuando un comando armado abrió fuego contra soldados y la gente que asistía a un desfile militar en la ciudad de Ahvaz, en el suroeste de Irán. El gobierno responsabilizó del ataque a un «régimen extranjero» apoyado por Estado Unidos.
El atentado coincidió con la Jornada Nacional de las Fuerzas Armadas en Irán, que cada 22 de septiembre conmemora el inicio por Bagdad de la guerra Irán-Irak (1980-1988).
El ataque tuvo lugar hacia las 9 según la agencia semioficial Isna en la capital de la provincia de Juzestán El número exacto de víctimas no está claro por el momento ya que el balance aumentó varias veces.
«Los terroristas eran cuatro. Dos murieron y los otros dos fueron detenidos», indicó el vicegobernador de la provincia de Juzestán, Ali Hosein Hoseinzadeh. Varios medios iraníes señalaban que los asaltantes iban ataviados con uniformes militares.
El ministro iraní de Relaciones Exteriores, Mohamad Javad Zarif, responsabilizó del ataque a un «régimen extranjero» apoyado por Estados Unidos.
«Terroristas reclutados, entrenados y pagados por un régimen extranjero atacaron Ahvaz […] Irán considera que los padrinos regionales del terrorismo y sus amos estadounidenses son responsables de tales ataques», tuiteó Javad Zarif. «Irán reaccionará rápida y firmemente para defender las vidas iraníes», añadió.
El vocero de los Guardianes de la Revolución, las fuerzas de élite iraníes, atribuyó el atentado a un grupo separatista activo en esta región de población en su mayoría árabe, el movimiento Al Ahvazieh. «Están alimentados por Arabia Saudita e intentaron hacer sombra a la potencia de las fuerzas armadas» , declaró a la agencia de noticias Isna.
Juzestán fue una de las provincias iraníes más afectadas por los combates durante la guerra Irán-Irak. El dictador Saddam Hussein pensaba que la población árabe de la región recibiría a sus soldados como liberadores, pero aquella se mostró fiel a Irán en su conjunto.
En un discurso pronunciado en la capital, el presidente iraní, Hassan Rohani, declaró el sábado poco antes del atentado que su país aumentaría «día a día» sus «capacidades defensivas», en referencia a los misiles que desarrolla su país, algo que preocupa a los occidentales.
«No reduciremos nunca nuestras capacidades defensivas […], las aumentaremos día a día», declaró Rohani al presidir un desfile militar.
«El hecho de que se molesten con nuestros misiles demuestra que estas son nuestras armas más eficaces», dijo el mandatario iraní al agregar que «gracias a lo que han dicho, ahora conocemos el valor de nuestros misiles», remarcó.