El presidente Alberto Fernández participó de un evento industrial en una fábrica de la localidad de Campana y puso el foco en la lucha contra el coronavirus. Acompañado por el gobernador Axel Kicillof, y sin hacer ningún tipo de mención del reclamo policial que se convirtió en una de las noticias del día, el mandatario envió un mensaje que apuntó a los distritos –CABA fundamentalmente– que promueven las reaperturas de actividades sociales en un momento epidemiológico complejo.
“Tratemos de dejar para más adelante los contactos para divertirnos, para relajarnos, para pasarla bien, porque es un momento muy difícil para hacer eso”, pidió cuando promediaba el discurso, mientras el gobernador bonarense lo escuchaba atentamente.
“Todos queremos que la economía se mueva, pero lo que más queremos es preservar la salud, que los argentinos no se enfermen”, apuntó en el acto donde se presentaba la producción de una nueva línea de motocicletas.
En ese marco, Fernández destacó los protocolos de seguridad y prevención que se implementaron para volver a trabajar en esa planta de la provincia de Buenos Aires, pero pidió no bajar la guardia: “Entiendo que la vida cotidiana nos exige animarnos a volver al contacto con el otro para poder trabajar y es una necesidad de muchos de nosotros… Lo entiendo, pero tratemos de que esos contactos tengan que ver con esto”.
“Viene muy bien que pongamos protocolos y 100 argentinos nuevos a trabajar porque necesitan el sueldo y la Argentina necesita producir, pero dejemos el tiempo del encuentro y del esparcimiento social para otro momento, no es este el tiempo”, remarcó.
Además, el Presidente celebró que “la industria se mueva” en este tiempo de tantos cuidados. “Tenemos que reconstruir una Argentina que encontramos en un estado muy difícil. Ya superamos un escollo gracias al acuerdo con los acreedores, pero queda mucho por hacer para reconstruir el país que nos merecemos”, indicó.
Unos minutos antes, Kicillof también destacó la actividad de la compañía en la que se presentó, pero, al igual que el Presidente, evitó cualquier mención del conflicto policial que se convirtió en un nuevo problema para su gestión.
El lunes, agentes de la Policía Bonaerense salieron a las calles en distintos puntos de la provincia de Buenos Aires para reclamar mejores condiciones de trabajo. En ese contexto, la administración provincial convocó a una conferencia de prensa en la que anunció un aumento salarial para el personal de la fuerza de seguridad.
A pesar de la promesa, los patrulleros volvieron a ganar la calle en zonas del Conurbano y, si bien el reclamo es general, encolumna a los efectivos rasos y por ahora no incluye a miembros de divisiones especializadas de varias jurisdicciones que decidieron no unirse.