El candidato presidencial por el Frente de Todos, Alberto Fernández, señaló hoy que el país atraviesa «un problema político», un «limbo», porque «está claro que los acreedores quieren discutir con el que piensan que puede ser el próximo Gobierno». «Me llaman a mí, que aún no soy nada», reconoció.
Por otro lado, dijo que conoce desde hace muchos años al economista Carlos Melconián, valoró su «visión sobre las cuentas públicas» y afirmó que «lo escucha con mucho respeto», aunque admitió que «nunca le pidió un plan» para reordenar la economía en caso de ser electo presidente.
En diálogo con El Destape Radio, Fernández sostuvo que «la Argentina que viene no es fácil, es muy difícil», y señaló que «los bonos están por el piso, valen a precio de default; las posibilidad de ordenar eso son reales», porque «los mismos acreedores saben que hay que renegociar la deuda».
Por otra parte, se refirió al proyecto de Presupuesto 2020 presentado por el ministro de Hacienda, Hernán Lacunza, y al denominado «reperfilamiento» de la deuda pública. «El Gobierno nos está pidiendo que les demos autorización y la verdad es que lo pueden hacer sin nosotros. Hacerla y luego mandarla al Congreso», puntualizó, aunque recordó que Casa Rosada «nunca pidió autorización al Congreso para hacer las cosas que hicieron».
Sobre el Presupuesto, el candidato presidencial más votado en las PASO indicó que «la aprobación debe darse luego del 27 de octubre» y advirtió que el Gobierno cumplió «en enviar el proyecto pero la aprobación puede esperar. Corresponde que se vote con la nueva realidad política».
«El 2017 nos hizo tocar fondo y hacernos reflexionar sobre improductivo que era seguir divididos, ahora hay que sacar la mayor cantidad de votos posibles para ser una mayoría que se plante para cambiar la Argentina; cuanto más seamos, mejor», dijo.