Alberto Fernández logró que Pedro Sánchez, jefe del gobierno español, apoyara la estrategia de negociación que desplegara la Argentina ante el Fondo Monetario Internacional (FMI). Sánchez explicitó su respaldo al presidente argentino durante un encuentro oficial sucedido en el Palacio de la Moncloa, adonde también se analizó la relación bilateral, la situación económica del país, la crisis social en América Latina y el acuerdo Mercosur-Unión Europea.
El Presidente sostiene que no se puede pagar la deuda externa heredada de Mauricio Macri sin crecimiento real del Producto Bruto Interno (PBI), y entonces propondrá al FMI una postergación de los vencimientos -capital e intereses- hasta fines de 2023. “No voy a aceptar un plan de ajuste a cambio de la postergación de los pagos. No estoy de acuerdo con firmar un Crédito de Facilidades Extendidas”, adelantó Alberto Fernández a Infobae.
Esta perspectiva de la negociación de la deuda externa fue avalada hace instantes por Sánchez, durante el encuentro que protagonizó junto al presidente argentino. El jefe de Gobierno español cree que el FMI debe iniciar un profundo cambio en su función como organismo multilateral, y considera un paso esencial en ese sentido permitir que Argentina honre la deuda sin profundizar su crisis económica y social.
Tras el encuentro con Sánchez, Alberto Fernández se reunió con el rey Felipe VI en el Palacio de la Zarzuela, en un contacto que había sido acordado entre ambos cuando coincidieron en Jerusalén, en la ceremonia por el Día Internacional de la Conmemoración del Holocausto. El encuentro fue cordial y en su transcurso el presidente argentino le confirmó que Ricardo Alfonsín será el embajador argentino en España. El Rey recordó que se conocía con el dirigente radical desde que eran chicos e incluso le comentó que en el Palacio Real trabaja una persona que se llama Alfonsín.
El respaldo político de Sánchez se encadena con el aval que ya recibió Alberto Fernández en Italia y Alemania. El premier italiano, Giuseppe Conte, y la canciller alemana Ángela Merkel, adelantaron su apoyo a las negociaciones oficiales que, en el terreno, lidera Martín Guzmán. El ministro de Economía participó anoche de la cena en la Cancillería alemana, y junto al presidente presentaron el caso argentino sobre la deuda externa.
“Vamos a respaldar”, adelantó Merkel cuando Alberto Fernández describió la actual situación económica del país y las consecuencias sociales que podría disparar un nuevo plan de ajuste a cambio de la postergación de los pagos al FMI hasta fines de 2023.
La estrategia presidencial sobre la deuda externa argentina tiene que ser apoyada por el board del FMI, y para coronar ese éxito político se necesita un fuerte respaldo institucional de los países más importantes del sistema global. Tras ese objetivo institucional, Alberto Fernández decidió ejecutar una gira europea relámpago por Roma, Berlín, Madrid y París. “Por ahora estamos 10 puntos”, graficó el Presidente a este enviado especial.
Cuando termine su etapa en Madrid -adonde también tiene previsto visitar al Rey Felipe VI en la Zarzuela-, Alberto Fernández volará a Francia para encontrarse con Emmanuel Macron en el Palacio Eliseo. Ambos jefes de Estado compartirán un almuerzo de trabajo, y el deseo presidencial es que Macron cierre la cadena de éxitos diplomáticos que ya enhebró con Conte, Merkel y Sánchez.
Macron escuchó la estrategia de Alberto Fernández sobre la deuda externa y no presentó objeciones. El presidente de Francia cree que el FMI debe modificar su lógica de organismo multilateral ante los países emergentes, y además asume que una nueva crisis política y económica en Argentina puede afectar los negocios que las compañías francesas tienen en el país.
A la misma hora que Alberto Fernández almuerce en París con Macron, Guzmán estará compartiendo un seminario en El Vaticano con Kristalina Georgieva, directora ejecutiva del FMI. Georgieva ya habló con Alberto Fernández y Guzmán, y en ambas conversaciones, se mostró interesada en la perspectiva de honrar la deuda, postergar los pagos y evitar un fuerte plan de ajuste para permitir que la economía nacional crezca sin interferencias ni limitaciones.
Guzmán y Georgieva cenarán mañana en Roma para profundizar las negociaciones entre Argentina y el FMI. La directora gerente ya sabe que Alberto Fernández ha sumado respaldo institucional a su propuesta de postergar el pago de la deuda externa. Sin embargo, Georgieva se moverá con cautela: aún no hay señales públicas del apoyo de Donald Trump a las intenciones del presidente argentino. Sin esas señales, la directora ejecutiva sólo escuchará las ideas del ministro de Economía.
“Aún no tengo definido cuando viajo a Washington para reunirme con el presidente Trump», reveló anoche Alberto Fernández a este enviado especial.