El presidente Alberto Fernández recibió ayer, sábado, a Hugo Moyano en la Quinta de Olivos. Algunos de los temas sobre los que hablaron fueron la evolución de las paritarias, la crisis del empleo, la eliminación del IVA en la recolección de residuos y también se habría analizado la situación judicial de Pablo Moyano, quien logró la suspensión de la indagatoria a la que lo había citado el Juzgado de Garantías N°9 de Avellaneda en una causa por asociación ilícita, en la que se lo investiga junto a barrabravas por la presunta compra y reventa ilegal de entradas y otras maniobras en el Club Atlético Independiente.
El encuentro tuvo lugar entre las 12.15 y las 18, y comenzó con un almuerzo en el que comieron lomo con ensalada y del que también participaron la primera dama, Fabiola Yáñez; la esposa de Hugo Moyano, Liliana Zulet, y Jerónimo, el hijo menor del sindicalista. Luego de la comida, el Presidente y el camionero mantuvieron una extensa reunión a la que se sumaron el abogado de los Moyano, Daniel Llermanos, y el ministro del Interior, Eduardo “Wado” de Pedro, el interlocutor habitual de Pablo Moyano en el Gobierno.
Pablo Moyano no fue a Olivos, pero esta tarde publicó en su cuenta de Twitter la foto del encuentro y un mensaje: “Apoyando la gestión del Presidente @alferdez y el Gobernador @Kicillofok para poner de pie la gran Argentina que todos queremos, sea realidad”.
Otro tema que estuvo sobre la mesa en Olivos fue la pérdida de fuentes de trabajo por la debacle económica que provoca la cuarentena obligatoria y la evolución de las paritarias de este año, en donde, según datos del Ministerio de Trabajo, sólo el 19% de los trabajadores pertenecen a actividades que pudieron recomponer sus convenios salariales de 2020, con incrementos que oscilaron entre el 23 y el 30% anual. El Sindicato de Camioneros firmó el 4 de agosto un aumento del 30% en cuatro cuotas, más un bono de fin de año y una cláusula de revisión en febrero.
El Presidente y el líder de Camioneros analizaron, además, la eliminación del IVA en el servicio de recolección de residuos, el gasto más importante en las cuentas de los municipios junto con los sueldos del personal, y que es una actividad en la que el sindicato de los Moyano mantiene una fuerte influencia a través de acuerdos con jefes comunales.
Los intendentes del conurbano bonaerense presionan en estas horas para que se apruebe en el Congreso un proyecto de ley presentado por la diputada Laura Russo, del Frente de Todos, que propone reducir en un 50% la alícuota que pagan los municipios al ejecutar la obra pública. Camioneros quiere que lo mismo suceda con la recolección de residuos.
El último encuentro público entre Fernández y Moyano se produjo el 1° de abril pasado, cuando se inauguró por tercera vez el Sanatorio Antártida, en el barrio de Caballito, que pertenece a Camioneros, y allí el Presidente dio un discurso en el que calificó de “inmenso” y “ejemplar” al sindicalista y le agradeció haber firmado un convenio con el gobernador Axel Kicillof para que en aquel establecimiento se atiendan los pacientes con coronavirus de la Provincia de Buenos Aires.
Ese fuerte gesto de respaldo causó malestar en la CGT, cuya conducción se quejó entonces en forma privada de que nunca había merecido por parte del Presidente el trato preferencial que recibió Moyano.
La causa en la que está involucrado el hijo de Moyano preocupa al ambiente sindical en general y al gremio de Camioneros en particular. El dirigente había sido citado a indagatoria para el viernes pasado, pero el juzgado de Avellaneda finalmente suspendió la audiencia luego de un pedido de la defensa.
El 28 de julio pasado, la Sala 2 de la Cámara Penal de Lomas de Zamora confirmó todo lo actuado entre la fiscalía y la jueza Brenda Madrid y ratificó la elevación a juicio de la causa por asociación ilícita en el club Independiente, tras considerar que había semiplena prueba de la comisión de varios delitos no sólo por parte de la barra brava del club, liderada por Pablo “Bebote” Alvarez, sino también por la dirigencia y entre ellos, en esa primera etapa, Héctor “Yoyo” Maldonado, secretario general de la institución y tesorero del gremio de Camioneros.
En todo el desarrollo del caso, la Unidad de Delitos Complejos de la Fiscalía de Lomas de Zamora había trabajado sobre la base de que Maldonado ejecutaba lo que desde arriba le ordenaban, y que esas órdenes provenían de Moyano hijo.
Para Sebastián Scalera, fiscal general adjunto de Lomas de Zamora, en efecto, “Bebote” y otros barras mantenían un “sistema para la obtención de entradas a partir de un acuerdo que él hace con Pablo Moyano antes de la renuncia de Javier Cantero a la presidencia de Independiente en 2014″.
“El arreglo significó movilizar a la barra para terminar de hacer caer a Cantero y hacer ir a votar a una importante cantidad de socios vinculados a la barra en las elecciones que ganó Hugo Moyano”, señaló el fiscal acerca de su hipótesis. “Tras arreglar con Moyano, Bebote distribuía más de mil entradas en diferentes barrios por fuera del sistema legal. Se trata de una maniobra defraudatoria al club y a sus socios”, agregó.
Pablo Moyano vinculó esta causa con una maniobra del gobierno de Mauricio Macri para perjudicarlo y acusó al ex presidente de “montar una estructura de espionaje ilegal para investigar a los que estábamos en la calle”.
“Quedó claro cómo presionaban a los barras para acusar a Hugo y Pablo Moyano. Todo porque nos habíamos opuesto a la reforma laboral. Quedó claro que lo de la causa de Independiente fue bochornoso”, sostuvo el hijo de Moyano en junio pasado, luego de declarar durante cinco horas en los tribunales de Lomas de Zamora. El hijo del líder sindical se desempeña como secretario adjunto de la Federación de Trabajadores Camioneros, es vicepresidente del Club Independiente y, además, es el principal candidato del sector sindical kirchnerista para liderar la CGT cuando se renueven las autoridades, el año próximo.