Alberto Fernández retoma la campaña: define la fórmula para la Ciudad de Buenos Aires y una agenda de viajes con CFK

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A las 8 de la mañana Alberto Fernández ya había combinado con Juan Manzur, gobernador de Tucumán, que haría un gesto público para apoyarlo y, al mismo tiempo, mostrar su estado de salud. Hablaron de un video o foto y el mandatario que va por su reelección, ex ministro de Salud, fue a visitarlo a la clínica Otamendi al mediodía. Fernández se lo anticipó a algunos de los integrantes de su círculo más íntimo de la política a quienes además dio indicaciones sobre algunas cuestiones pendientes para avanzar en la organización de la etapa que llama ‘precampaña’. Con varios habló sobre la importancia de Tucumán: es la sexta provincia en el padrón nacional (3,64%) y en 2017 votó el 82,18% de los ciudadanos habilitados (la primera fue San Luis con 82,98%) lo que significó más de un millón de votos.

Desde que Cristina Fernández lo eligió para encabezar la fórmula ha dicho que «Manzur juega bien», es decir del lado de la fórmula del neokirchnerismo, aún cuando tiene muy buenos vínculos con peronistas ubicados en la vereda de enfrente como Luis Barrionuevo que fue interventor del PJ y corrió por un tiempo de ese lugar a José Luis Gioja. Por todo lo que representa Tucumán, y por el afecto que siente por el gobernador, Fernández quería hacer un fuerte gesto de apoyo (gesto que fue mutuo) e incluso tenía intenciones de viajar el domingo a festejar en Tucumán si, como se anticipa, Manzur se impone nuevamente. En principio no lo hará porque ayer aún se agitaba al respirar producto de la inflamación de la pleura y sus amigos le aconsejaron retomar la actividad con calma y sin moverse de Buenos Aires. Quien irá para que el espacio esté representado junto al gobernador será Víctor Santa María, presidente del PJ Capital y uno de los dirigentes hoy más cercano al precandidato presidencial.

Manzur contó cómo lo vio físicamente y hubo video conjunto que sirvió como respaldo en el tramo final de la campaña y para desalentar versiones sobre la salud del precandidato. No es el mismo caso de otros gobernadores que a riesgo de perder votos prefieren no nacionalizar la campaña. Por ejemplo Gustavo Bordet que también juega su reelección el domingo o Sergio Uñac que logró un contundente triunfo la semana pasada y que ahora sí visitaría a Fernández tras pedir la unidad del peronismo.

Otro de los que habló, aunque por teléfono, fue Fernando «Chino» Navarro, que después de dos años en los que profundizaron una amistad de la que no alardea le conoce a Fernández los diferentes tonos de voz y de ánimo. Lo escuchó entusiasmado y «vital», así lo definió, además de escuchar su ansiedad por dejar el sanatorio para retomar una agenda que tuvo que frenar por un par de días.

En la agenda del precandidato hay prioridades: mientras algunos referentes bonaerenses conversan con Sergio Massa, Fernández es quien tomó las riendas en la Capital. El lunes por la mañana había recibido en su casa de Puerto Madero a Matías Lammens que ya decidió jugar en el espacio del kirchnerismo ampliado. El presidente de San Lorenzo, al que se le termina el mandato, se lo dijo en privado y lo repetirá en público: será precandidato a jefe de gobierno en la Ciudad. Sólo resta saber si Lammens será un candidato de unidad de un frente que incluye a diferentes partidos (lo que significaría que Mariano Recalde y Victoria Donda depongan sus precandidaturas) o si habrá una PASO. El debate interno se oye en las distintas tertulias peronistas. Están quienes dicen que no se le puede «regalar» a un extrapartidario la candidatura y están quienes piden un gesto que marque que se trata de un proyecto nuevo «y no más de lo mismo». Es decir: si Cristina Fernández es precandidata a vicepresidenta y Axel Kicillof a gobernador bonaerense, en la Ciudad están obligados a abrir el espacio y sumar donde no suman.

Entre las cuestiones que terminó de definir Fernández, que no pasa un día sin hablar con su compañera de fórmula, están los viajes. La que saldrá primero será Cristina Fernández que el próximo martes viajará a Santiago del Estero con la excusa de presentar su libro, «Sinceramente». Como lo hizo en la Feria del Libro de Buenos Aires, la ex presidente se  mostrará en actos con un perfil distinto y como autora y no precandidata cuando aún no la habilitan los plazos electorales. Zamora estuvo la semana pasada con Alberto Fernández y mantiene un muy buen vínculo con CFK de quien fue vicepresidente del Senado y hasta estuvo en la línea de sucesión presidencial, amén de que tiene buen vínculo con Juan Manuel Urtubey y Sergio Massa y con el gobierno de Mauricio Macri.

Además de Santiago está previsto que Cristina Fernández viaje a Rosario y a Chaco. En Rosario el peronismo apuesta por Roberto Zukerman para las elecciones a intendente después de que se impusiera en forma individual en las PASO. Claro que Zukerman tiene que dar una pelea fuerte contra el progresista Pablo Javkin que si suma los votos que obtuvo en las PASO y los de la socialista Verónica Irízar, a quien le ganó, sería el próximo intendente.

También Alberto Fernández había planeado viajar esta semana acompañado por Felipe Solá pero no alcanzó a terminar de organizar la visita porque antes fue internado. Si él o ella quieren ayudar a Zukerman deberían viajar antes del próximo jueves. Con Omar Perotti, el candidato a gobernador, es altamente probable que no hagan nada, el senador peronista juega solo, no nacionaliza y tampoco quiere arriesgar en un escenario que se presenta bastante peleado.

Según lo que se habla entre el Instituto Patria y el equipo de Fernández, puede haber sorpresa en algún viaje donde podrían coincidir el precandidato a presidente y su compañera de fórmula como ya lo hicieron en Merlo hace un par de semanas.

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