Desde el pasado jueves, el padre Mario Peralta Luna se encuentra visitando a la ciudad de La Banda, invitado especialmente por el padre Luis Cruz párroco de Santiago Apóstol para compartir el año jubilar.
Para la ocasión, se programaron jornadas cuyo tema central es el Apóstol Santiago. «Vamos a predicar sobre el carisma y su misión, teniendo como instrumento la música que es un medio para elevar el alma a Dios», explicó el padre Mario.
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El sacerdote es reconocido internacionalmente por utilizar la música como método de evangelización, al respecto señaló: «La música es muy importante. Muchas personas no saben como demostrar su religiosidad y por ahí su psicología o su expresión corporal no se los permite, o no sabe como hacerlo y nosotros lo animamos a eso marcando el camino de como expresar su religiosidad y la devolución es automática».
«Algo que hemos perdido en la iglesia católica es el tema de la alabanza que forma parte de la tradición bíblica, ‘batan palmas y panderetas’ es el antiguo testamento. Pero nos hemos atado a una forma latina muy estructurada. Entonces ¿porque no llevar la alabanza a nuestras celebraciones litúrgicas? Después que la persona se va de una misa de alabanza lo hace transformada, no sabe que pasó, el dolor o desesperación que trajo se la lleva igual pero la toma de otra manera por que alabó a Dios y confía que él va a ser su fortaleza y sostén para seguir adelante».
Al consultar sobre ser reconocido como el «Padre Cantor», el párroco destacó: «Me gusta porque la iglesia tiene carismas y Dios me dio este carisma y este camino; por ahí si me invitan a otra cosa no lo sabría hacer como por ejemplo misionar, me pondría a llorar en la esquina (se ríe), pero hay otros sacerdotes que son maravillosos para ello; o si me dicen organizame un retiro para la tercera edad no sabría como hacerlo. Esta es la riqueza de la iglesia. Juan Pablo II decía ‘espiritualidad en la comunión y diversidad de carismas’; todos los carismas tienen que servir a la espiriualidad de la comunión porque el centro de la vida cristiana es la comunión, la eucaristía, la pascua; en cada pascua empezamos una vida nueva».
«Hoy en la sociedad se predica la suma de divisiones, la suma porcentual de barreras, que te incluye para acá o para allá, todos te incluyen y además te dividen, es muy sintomático. Nosotros tenemos que predicar espiritualidad en la comunión y diversidad de carismas, no hay nada más inclusivo que el evangelio».