Bajo presión por las amenazas del chavismo, la ex fiscal general venezolana Luisa Ortega, destituida por la Asamblea Nacional Constituyente, huyó del país en una lancha rápida hacia la isla de Aruba, desde donde tomó un vuelo a Bogotá, confirmaron fuentes del gobierno colombiano a Univisión Noticias.
Ortega salió desde la península de Paraguaná en Venezuela ayer en la madrugada hacia Aruba. Desde allí se trasladó en avión acompañada de su esposo, el diputado oficialista Germán Ferrer, y otras dos personas -su jefa de despacho, Gioconda González Sánchez, y Arturo Vilar Estevez-. La fiscal fue recibida a las 15:30 (hora local) en el aeropuerto por las autoridades colombianas, a las que pidió protección.
La salida de la ex fiscal de Venezuela ocurre dos días después de que el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) ordenara la detención de su esposo por supuesta extorsión y el allanamiento de su casa.
Ortega fue destituida de su cargo el 5 de agosto pasado, un día después de la instalación de la Asamblea Constituyente que gobierna Venezuela con poderes absolutos. Desde su nombramiento, en diciembre de 2007, Ortega fue una de las grandes aliadas del chavismo dentro del aparato del Estado, pero en marzo de este año pasó a la disidencia, tras denunciar la ruptura del orden democrático en Venezuela cuando el TSJ despojó de sus funciones al Parlamento de mayoría opositora.
Odebrecht
Antes de que se revelara su huida del país, Ortega aseguró tener datos que vinculan al presidente Nicolás Maduro con operaciones de corrupción de la constructora brasileña Odebrecht en Venezuela. En un encuentro de procuradores y fiscales latinoamericanos en el centro de México, Ortega señaló en una videoconferencia que fue removida porque el gobierno quería impedir que siguiera con sus investigaciones sobre Odebrecht, y pidió a los fiscales no compartir información con Caracas para evitar que sea usada para evadir la justicia.
Ortega dijo que el mismo día de su destitución, su oficina sufrió un «asalto» por parte de las autoridades y que sometieron al personal.
Aseguró que a 64 fiscales nacionales especializados en corrupción se les ha prohibido salir de Venezuela, como a ella, «sin ninguna fórmula procesal, por capricho del gobierno», y que sabe que varios empleados de la fiscalía han abandonado el país por miedo a represalias.
«Y todo esto tiene mucho que ver con la investigación de Odebrecht», aseguró en sus comentarios a los procuradores y fiscales, reunidos en la ciudad central de Puebla. «Eso los tiene muy preocupados y angustiados porque saben que tenemos la información y el detalle de todas las operaciones, los montos y las personas que se enriquecieron, y que esa investigación involucra al señor Nicolás Maduro y a su entorno.»
Ortega les pidió entonces cautela con la información que compartan con el nuevo fiscal designado. «Cualquier información que ustedes remitan en este momento al Ministerio Público (venezolano) va a ser utilizada con fines contrarios a los previstos, sería destruida la evidencia, aprovecharían información para atentar contra la fuente. Éstas son las consecuencias que nosotros hemos tenido que enfrentar.»
Las palabras de Ortega, a cuyo audio tuvo acceso la agencia AP, suponen su primera aparición desde que fue destituida.
A la antigua aliada del chavismo le congelaron sus cuentas bancarias, además de que las autoridades allanaron su residencia esta semana y ordenaron la captura de su esposo.
La Nación