Además, 41 personas -entre ellas dos mujeres embarazadas- resultaron heridas, con quemaduras severas por la lava incandescente, informó Indah Masdar, vicegobernador de la región de Lumajang, donde se encuentra el pueblo
«Trasladamos a las víctimas con quemaduras a las clínicas y, en el caso de las más graves, fueron hospitalizadas», detalló.
Los rescatistas se movilizaron para evacuar a los vecinos ante el avance la lava. En algunas zonas, experimentaron dificultades para avanzar, debido a la densidad de los escombros y la lava fría que llega hasta las rodillas. Estos obstáculos dificultan los esfuerzos para encontrar los desaparecidos y evacuar ocho personas bloqueadas en un inmueble cubierto de lodo.
La lava fría ya destruyó un puente de Lumajang, que permitía acceder a la zona, según Masdar. En otros pueblos, los habitantes entraron en pánico y huyeron cuando la lava y las cenizas volcánicas alcanzaron sus localidades, según las autoridades.
«Muchas zonas se quedaron en penumbra por la ceniza volcánica», dijo el portavoz de la agencia de control de desastres, Abdul Muhari. «Estamos construyendo refugios en varias zonas de Lumajang», añadió.
Un video publicado por la agencia muestra a los vecinos, incluidos muchos niños, refugiándose después de la erupción del monte Semeru.
Este volcán se mantenía en el segundo nivel más alto de alerta desde la gran erupción que se produjo en diciembre de 2020, que obligó a huir a miles de personas.
El archipiélago indonesio se encuentra en el «Cinturón de Fuego» del Pacífico, con casi 130 volcanes activos por la fusión de placas continentales.
A finales de 2018, la erupción de un volcán en el estrecho entre las islas de Java y de Sumatra provocó un terremoto submarino seguido de un tsunami que dejó más de 400 fallecidos.
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