Leandro Báez, el menor de los hijos de Lázaro Báez, hizo ayer un nuevo intento de apartar al juez Sebastián Casanello de la causa en la que procesó a su padre y a su hermano.
Presentó un escrito, firmado por sus abogados, en el que insistió en que la Cámara debía correr al juez y dio sus argumentos. Casi todos, ya incluidos en su presentación anterior. Otros, novedosos. Entre ellos, un «anónimo».
Ese documento dijeron haberlo recibido los abogados en su estudio de Córdoba al 900. «Si bien se desconocen su procedencia y la veracidad de la misma, se acompaña una impresión», afirmaron. Relataron que el anónimo da cuenta de llamadas del celular de Casanello en la celda de teléfonos que corresponde a la quinta de Olivos el 6 de agosto de 2015. Y de un registro de ese mismo día, una hora más tarde, de un celular de Lázaro Báez.
La defensa agrega que es una «fecha en la cual las notas periodísticas expresan que hubo un encuentro en la quinta de Olivos entre el Dr. Casanello, el Sr. Lázaro Báez y la Dra. Cristina Elisabet Fernández de Kirchner». La defensa no lo dice, pero el primer artículo periodístico que habló de las llamadas y la supuesta reunión citó como fuente a los propios Báez y su entorno. Ayer, como tomando distancia, los abogados de Leandro Báez advirtieron que «la información puede no ser fidedigna» y que «se puede tratar de una casualidad», pero dijeron que le hacían saber lo recibido a la Cámara para que lo tuviera «en cuenta al momento de decidir». La defensa de Leandro Báez no informó si su asistido le preguntó a su padre si hubo o no reunión.
Otro de los elementos en los que se sostiene la recusación es un audio hecho público el viernes pasado en el programa Telenoche, de Canal 13, en el que se oye a Lázaro Báez mientras habla con una de sus abogadas y le dice que Casanello era un «corrupto» que había vivido pidiéndole plata. Su interlocutora era María Elizabeth Gasaro, su defensora en la causa por el mausoleo de Néstor Kirchner. No se dio a conocer de dónde salió el audio. Ayer, Báez le revocó la designación en un escrito en el que citó como argumento «los acontecimientos de dominio público». ¿Esto significa que culparía a su ex abogada por la supuesta filtración? En el entorno del empresario dijeron que no dirían más del tema.
La defensa de Leandro Báez también se refirió ayer a la carta que había escrito Jorge Chueco, que trabajó para Báez y está procesado, cuando estaba prófugo, en la que mencionó supuestas coimas de Casanello y el fiscal Guillermo Marijuan. Chueco, en la Justicia, se desdijo de todo.
Sobre el supuesto direccionamiento sostuvo además que Casanello ya lo había intentado en los inicios de la causa cuando le dio intervención a la Procelac (procuraduría de lavado), cuyo entonces titular fue procesado, justamente, por haber torcido la investigación. La defensa de Leandro Báez no dijo que la acusación contra aquel funcionario fue por un presunto intento de favorecer a Báez, no a la inversa. Sí recordó que Casanello también quedó imputado en una causa que nunca se cerró. Eso, sostienen los abogados del menor de los Báez, es suficiente para acreditar su «temor de parcialidad».
Apoyo del FPV a Echegaray
El jefe del bloque de senadores del FPV, Miguel Pichetto, reiteró que debe dársele a Ricardo Echegaray la posibilidad de ejercer su derecho de defensa antes de decidir su remoción de la presidencia de la Auditoría General de la Nación, pero admitió que la situación del ex funcionario se complicaría si la Justicia confirmara el procesamiento en su contra.
«Entendíamos que se debía permitir al funcionario ejercer la defensa en las instancias correspondientes. Si hubiera ratificación, estaríamos hablando de otro escenario», sostuvo el legislador, y recordó que «en el Gobierno hay funcionarios procesados y siguen en funciones». En ejercicio interino de la presidencia de la AGN quedó el auditor con más antigüedad en el cargo, el peronista Javier Fernández.
La Nación
