Cristina Kirchner cerró una estadía de 11 días en la ciudad de Buenos Aires que estuvo motivada por su citación a los tribunales de Comodoro Py, pero que le sirvió además para volver a mostrarse activa en los avatares políticos de su espacio. Además de declarar ante el juez Claudio Bonadio por la causa que investiga los negociados con el dólar futuro, la ex presidente mantuvo en ese lapso encuentros con distintos sectores que defienden su liderazgo político.
Las últimas citas ocurrieron horas antes de partir hacia Santa Cruz. Ocurrieron en el Instituto Patria, el edificio que el Frente para la Victoria utiliza como bunker hace poco más de una semana.
El primer turno fue para reunirse con senadores del partido. De los 39 que componen el bloque, asistieron 22; cinco se ausentaron con aviso y no asistieron otros 12. Entre los que faltaron estuvo nada menos que Miguel Ángel Pichetto, el jefe de bancada que no ha ocultado sus diferencias con la ex mandataria y que dio «libertad de acción» para la participación del cónclave.
En el encuentro –que se extendió por tres horas– Cristina Kirchner les transmitió su opinión en contra de la designación de los dos jueces propuestos por el presidente Mauricio Macripara integrar la Corte Suprema de Justicia. Así lo revelaron algunos de quienes concurrieron.
Su negativa sobre el eventual nombramiento de Carlos Rosenkrantz y Horacio Rosatti en el máximo tribunal fue por haber aceptado en un principio ser designados por decreto. No obstante, dijo que estaba de acuerdo con la idea de ampliar el máximo tribunal, aunque aclaró que su intención no es «imponer» su opinión sobre ambos temas, sino que el bloque debía debatirlo internamente.
Más tarde fue el turno de los científicos. Un nutrido grupo ocupó las sillas del auditorio para escuchar pero también para hablar. Como en todas las reuniones, no hubo acceso a la prensa. La cuenta de Twitter del Instituto Patria difundió tramos de la charla.