La actriz Thelma Fardin abrió la puerta con su denuncia por violación contra el actor Juan Darthés a una cadena de revelaciones que ya tuvo eco en el ámbito político. Así, la agrupación La Cámpora volvió a situarse en el ojo de las críticas debido a una nueva denuncia por un supuesto caso de acoso sexual entre sus militantes.
Después del relato de la joven Stephanie Calo, que apuntó de manera directa al senador bonaerense y uno de los referentes de la organización Jorge «el Loco» Romero, apareció el testimonio de una nueva eventual víctima. Se trata de un chico llamado Benjamín Nicolás, quien hasta hace un tiempo militaba en la filial de Hurlingham y quien denunció a tres compañeros de la organización por un episodio de acoso en el medio de un acto en el interior de la mismísima Casa Rosada.
Nicolás contó cómo tres integrantes de varios años en la agrupación lo manosearon en una marcha y le enviaron mensajes telefónicos obscenos durante los días posteriores, en el 2015. De tal modo, el joven apuntó a los primos Alejandro y Alberto Monzón y a Nicolás «Chimbu» Abregú, los tres integrantes de La Cámpora Hurlingham.
De acuerdo al testimonio publicado en el perfil del Facebook del denunciante, el hecho ocurrió el 1º de julio de 2015, durante uno de los últimos años de Cristina Kirchner como presidenta de la Argentina. Aquella cita tuvo la particularidad de que cientos de militantes kirchneristas ingresaron a los patios de la Casa de Gobierno para que la entonces presidenta los saludara desde uno de los balcones.
«Era el último año de su mandato y yo no me lo pensaba perder. Llegamos a Casa Rosada en micro, siento la misma emoción de siempre, yo no sabía que ese día iba a ser distinto», explicó Benjamín Nicolás.
Y continuó: «Entramos a Casa Rosada, Alejandro Monzón me agarra de los hombros, él tenía 33 años, no iba a desconfiar, ya que militábamos juntes. Atrás de Alejandro va su primo, Alberto Monzón y atrás de Alberto iba Nicolas Abregú (más conocido como «Chimbu»). Me dicen que encare para adelante como siempre para estar cerca del balcón. Desde la puerta de La Rosada hasta llegar al balcón había una multitud de gente, ellos me iban tocando todo el culo, yo, inocente, pensando que era porque estábamos amontonados».
Lo que en un principio pareció un roce producto del amontonamiento, el denunciante aseguró haber notado en pocos minutos que se trataba de un problema grave: «Alejandro se pone enfrente mío. Alberto, a mi izquierda y Nicolás, a mi derecha. Comienza el acto, Alejandro se daba vuelta, me miraba y sonreía, los otros dos me decían adelantate que nos empujan de atrás y me manosean el culo, no doy bola y sigo escuchando, siento una mano en mi pierna derecha miro y era la mano de Alejandro, me quiero tirar para atrás, no me dejan los otros dos, me empujan cada vez más cerca de Alejandro, Alejandro vuelve a ponerme su mano pero está vez sube y me empieza a tocar, me intenta meter la mano bajo el pantalón, yo quedé helado…».
El denunciante aseguró haber quedado estupefacto a la situación. Relató que no encaró a ninguno de los tres compañeros y que finalizó la noche bañándose tres veces seguidas y en el medio de una crisis de llanto.
Benjamín Nicolás contó que en los meses siguientes volvió a ver a los tres acusados en otra reunión. Allí aseguró haber sentido miradas, que lo perseguían, se sentaban a su lado. También advirtió que comenzaron a aparecer mensajes de texto desde un teléfono anónimo en el que se le decían «guarangadas».
«Llega el anteúltimo acto de Cristina. Yo no me lo quería perder y decidí ir. Cuando le cuento a las chicas de La Cámpora que quería ir me prometieron protección y que esos tres no iban a estar. Todo mentira, no solo estaban esos tres , sino que también los tenía cerca. Para cerrar, tuve que dejar de militar y me costó años poder superar todo y salir adelante», afirmó.
El denunciante afirmó que a día de hoy Alberto Monzón y Nicolás Abregú todavía permanecen a la agrupación y que el primero de los dos ya fue denunciado en otras dos oportunidades por abusos a menores de edad.
El caso denunciado por Benjamín Nicolás se sumó así al testimonio de Stephanie Calo, quien también utilizó las redes sociales para acusar de abuso sexual al senador provincial y actual responsable de La Cámpora Buenos Aires, Jorge «El Loco» Romero.
De acuerdo a su testimonio, todo ocurrió en la casa de otro integrante de La Cámpora, Gustavo «Misio» Cácerez. En aquella noche de enero de 2017, Caló afirmó que Romero la encerró en un momento junto a dos compañeros y la quiso obligar a practicarles sexo oral a los tres. Ante su negativa, el senador habría vuelto a encerrarla a la joven dentro del baño. Allí, de acuerdo al relato, el dirigente sacó su pene afuera y volvió a pedirle que le practicara sexo oral.
Caló afirmó que, después de los hechos, ella le comentó lo sucedido al entonces responsable de Logística Nacional de la agrupación, Miguel Ángel Deseo, quien le reconoció, entre sonrisas, que Romero ya había recibido denuncias de otras mujeres.