Tres años, once meses y tres días. Ése es el tiempo que pasó desde la última vez que la Selección argentina jugó en un Mundial, desde que Mario Gotze nos clavó un puñal y nos arrebató la final y la ilusión en Brasil. Ahora es tiempo de dar vuelta la página y de empezar un nuevo sueño, cuando el equipo debute ante la Selección de Islandia en Rusia 2018.
El primer partido del equipo dirigido por Jorge Sampaoli arranca a las 10 de la mañana de nuestro país en el Otkrytie Arena de Moscú, con el arbitraje del polaco Szymon Marciniak y televisación de TyC Sports, la TV Pública y DIRECTV.
Los once que saltarán a la cancha no salen de memoria, ya que hay varios cambios en los últimos tiempos, pero Jorge Sampaoli fue acostumbrando el oído del hincha de apoco, ya que durante cinco días de entrenamientos ulliizó a los mismos jugadores.
Les elegidos por el DT son Wilfredo Caballero; Eduardo Salvio, Nicolás Otamendi, Marcos Rojo, Nicolás Tagliafico; Lucas Biglia, Javier Mascherano, Maximiliano Meza, Ángel di María, Lionel Messi; Sergio Agüero.
Habrá cuatro debutantes en Copas del Mundo (Caballero, Salvio, Tagliafico y Meza), y la base de lo que fue el plantel nacional que llegó a la final en Brasil 2014, con Leo a la cabeza.
Muchos de los jugadores del conjunto nacional viene con una mochila pesada de tres finales perdidas de manera consecutiva en las que no marcaron ningún gol, por lo que para ellos es la última gran oportunidad de que el hincha deje de mirarlos de reojo injustamente.
Enfrente estarán los Vikingos -el seleccionado sorpresa desde hace unos años-, que clasificaron por primera vez a la cita mundialista, listos para hacer lo que hizo Camerún en Italia’90: arruinarle el debut a la celeste y blanca y robarse la tapa de todos los diarios.
Para eso deberán doblegar a Lionel Messi y compañía, además de al peso de una camiseta que tiene 16 participaciones en Copas del Mundo, con dos títulos y tres subcampeonatos.
Se termina la espera. Se acaban las palabras. La ilusión de levantar la Copa otra vez se pone en marcha. ¡Que así sea!
