Argentina y Nigeria juegan hoy en el estadio más caro del Mundial Rusia 2018 (y del mundo): su refacción y puesta a punto consumió más de mil cien millones de dólares. Ubicado en la isla Krestovsky, en San Petersburgo, tiene una capacidad para 68.400 personas sentadas que se estira a 80.000 cuando el espectáculo no es el fútbol (se usa también para recitales).
En el Estadio Krestovsky juega el equipo local Zenit, donde actúan varios argentinos: Sebastián Driussi, Emiliano Rigoni, Matías Kranevitter y Emanuel Mamanna. Durante el Mundial, además de los partidos disputados en fase de grupos, octavos y una semifinal, el estadio recibirá a los equipos que disputen la medalla de bronce.
El césped de estadio es retráctil para preservarlo de las grandes nevadas que se producen en el invierno ruso. De esa manera, el campo de juego «se guarda» hasta que pase el invierno, y reaparece en su esplendor cada vez que juega el Zenit como local.
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