Carlos Berlocq terminó derribando la muralla en que se convierte David Ferrer, ex N°4 del mundo y triple campeón del Argentina Open, y dio el primer gran golpe del torneo al vencer al español en sets corridos, con parciales de 6-4 y 6-2.
Aplausos, ovación y el largo abrazo a María Noel, su esposa, para celebrar una nueva victoria en su camino de lucha.
Acostumbrado a este tipo de epopeyas, se ganó el corazón de los argentinos por ofrecer el suyo en cada ocasión que le tocó representar a la Argentina en Copa Davis. Por eso el apoyo del público que llegó hasta el Buenos Aires Lawn Tenis.
La cancha Guillermo Vilas se transformó en un coliseo romano, con dos gladiadores pugnando por la victoria en medio del anochecer porteño. Estilos similares, realidades distintas. Dos jugadores contemporáneos, que a los 34 años demostraron su vigencia física y tenística sobre el polvo de ladrillo.
Ferrer nunca pudo dominar el encuentro ni imponer su velocidad, la marcha extra que solía tener no entró nunca en juego y le permitió a Berlocq tomar la iniciativa y superarlo en cada fase del juego, tanto en peloteos de fondo como cuando intentó sorprenderlo con alguna subida a la red.
El primer set resultó parejo y sólo fue desnivelado por el argentino, cuando consiguió el quiebre en el arranque del match, en la única chance que tuvo en el parcial, algo que Ferrer no logró equiparar a pesar de las dos posibilidades de break con las que contó.
El comienzo del segundo fue una repetición del anterior, que le permitió mayor serenidad a Berlocq y presiones al español. Un nuevo break y la distancia justa para quedar con su servicio de cara a la victoria. Una oportunidad que aprovecharía en el primer match point.
Las pulsaciones se aceleraron detrás del preciso drop de Berlocq, inalcanzable para Ferrer, que provocó la exaltación del público en la tribuna y el festejo del Gladiador.
Para Charly Berlocq, esta victoria significa volver a cuartos de final de un ATP desde el certamen de Umag, Croacia, en julio del año pasado y avanzar 9 lugares en el escalafón.
Para Ferrer, el no haber podido defender la semifinal a la que llegara el año pasado en Buenos Aires, le significará retroceder dos puestos en el ranking.
El único argentino que queda en el cuadro principal del certamen enfrentará al vencedor de Tommy Robredo (ex 5 del mundo y campeón en Buenos Aires) y el brasileño Thiago Monteiro.