Lo peor ya pasó. Y llegó el momento de la reflexión, de la evaluación y de pensar en un nuevo camino, tal vez una nueva aventura. Así las cosas, Natalia Martínez (37), la alpinista mendocina que sobrevivió a comienzos de mes a un terremoto en el medio del Monte Logan, la montaña más alta de Canadá, y que fue rescatada cuatro días después, sólo tiene palabras de agradecimiento y la mira puesta en seguir subiendo montañas, a pesar de todo.
«Estuve preparando esta aventura más de dos años. Simplemente cambié mi trayectoria. Mi cumbre o el final de mi expedición o el objetivo era volver a estar con mi familia, contándoles a mis amigos, compartiendo un asado y lo estoy haciendo en este momento», expresó emocionada la experta en montañismo y esquí, que le hizo frente a dos sismos y varias avalanchas a más de 3.000 metros de altura, en una montaña de 6.000 metros, en el territorio del Yucón, en la parte más occidental del país.
«Me sorprendió el terremoto. Algunos estarán de acuerdo conmigo, otros no. Pero, fue la forma en que pude resolverlo. Yo no pude hacer una travesía de Este a Oeste pero cambié el camino y logré el objetivo que era volver a casa, estar con la gente querida acá y proyectarme con nuevos desafíos», agregó la profesional, quien dio las gracias a todos los que se preocuparon por su vida, a través de un video que difundió en la noche de este miércoles en el sitio web especializado Expenews.
«Les agradezco inmensamente a todos por su apoyo, y a quienes no estaban contentos conmigo, porque me hacen crecer un montón. Es muy bonito sentir que alguien que no te conoce te está siguiendo y tirando palabras de aliento. Esta experiencia me ha hecho crecer muchísimo, tener otra perspectiva de la vida y me ha hecho crecer. La única manera de decir gracias es seguir subiendo montañas que es lo que me apasiona y poder seguir compartiendo mis aventuras», soltó Natalia.
Mientras, junto con su pareja Camilo Rada, también experto montañista y geólogo, aclararon que contaba con un seguro de rescate y que su expedición «ha sido solo una fuente de inspiración para muchos y no una carga cubierta con los impuestos de nadie».
La joven, oriunda del departamento mendocino de San Rafael, en el sur provincial, también se mostró sorprendida con el trabajo «desinteresado» de Ian y Scott de la empresa organizadora del ascenso Icefield Discovery Tours, quienes se encargaron de rescatarla sana y salva en el campamento en altura, cuando las nubes le abrieron paso al sol, antes de que cayera, en la tarde del jueves 5 de mayo.
Natalia también destacó el apoyo de The Royal Canadian Geographical Society, Outdoors Research Chile y Parks Canada, quienes confiaron en ella desde que comenzó a planificar la expedición. «Esta loca aventura nació cuando fui al Monte Malaspina, leyendo aventuras, me motivé con una de ellas para poder subir el Logan. Este proyecto nació de una inquietud que traía de hace muchos años de querer hacer algo entre mujeres de forma independiente», contó Natalia, quien ya se encuentra en Vancouver junto a su novio, donde vive desde hace tres años, a la espera de nuevos desafíos y de poder volver a San Rafael a visitar a sus seres queridos. «Los esperamos ansiosos, por ahora se están organizando», expresó a LA NACION, Graciela Martínez, hermana de Natalia.
Para más información sobre esta montañista y sus futuras travesías se puede consultar en Nataliamartinez.expenews.com.
La Nación
