Cristina Kirchner se mostrará todos los días en público. Cambiemos nacionaliza cada vez más la campaña. Sergio Massa recorre varios pueblos por día. Y Florencio Randazzoinsiste en que el único voto útil es el que entra a la urna a favor de un candidato que «cumple». A pesar de los rumores, pensar que algunas de las terceras fuerzas en las PASO pueda haber evaluado deponer sus aspiraciones es no conocer a los personajes que se juegan el futuro en esta elección.
El Gobierno busca consolidar su proyecto y planea sumar votos en todos los distritos, concentrando los esfuerzos de las principales figuras (el presidente Mauricio Macri, la gobernadora María Eugenia Vidal y la candidata Elisa Carrió) en Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba y también Corrientes, donde el 5 de octubre se elige gobernador, e incluso en Tierra del Fuego, donde ganó las PASO un candidato de La Cámpora. Para nacionalizar la elección en el distrito más austral, el ministro de Transporte Guillermo Dietrich viajaba este fin de semana hacia el sur y el próximo viernes irán Emilio Basavilbaso de la Anses y Francisco Quintana, secretario general del PRO.
Los viajes de todo el gabinete se intensificarán porque allí donde no ganaron las primarias por poco esperan mostrar un triunfo y donde se está muy lejos, como en Santiago del Estero donde el Frente Cívico quedó 50 puntos arriba de Cambiemos, el objetivo es «mejorar el resultado y achicar la diferencia». Así lo admiten como apuesta de máxima algunos de los que el viernes pasaron por el plenario de candidatos de Parque Norte. La clave, sostienen, es nacionalizar más aún la elección por lo que se elaboraron una serie de spots a replicar en cada uno de los distritos por igual y algunos ya fueron preparados desde las oficinas de Balcarce y Belgrano para las provincias.
Mostrar cohesión y un discurso homogéneo fueron dos de los pedidos que hicieron a los candidatos. En lo táctico, aunque la primera acción fue un timbreo de campaña disimulado como timbreo de gestión (la campaña legalmente arranca este domingo), el plan es sumar acciones «más disruptivas» porque consideran que tocar timbre ya es algo previsible en el ideario de Cambiemos. Por eso probablemente Macri se traslade a distintos puntos del país con su gabinete e incluso se planifiquen actividades que lleven más de un día para que el equipo duerma en el lugar. Habrá gestos como el cierre de campaña del 2015, cuando fueron a Jujuy. Este año, podrían visitar territorios hostiles e instalarse, por ejemplo, en una plaza de Aimogasta, en La Rioja, «aunque tenga sólo 8000 habitantes», revelan.
Rogelio Frigerio, ministro del Interior que viaja permanentemente a respaldar las campañas provinciales, fue claro en el plenario de Parque Norte sobre lo que pretende y necesita el Gobierno. «Es una elección nacional», arrancó y reforzó la idea de que «es clave hablar de cambio nacional, de Macri y de futuro versus pasado». Con ese argumento de base, recalcó que deben evitar «meterse en el barro provincial», «hablarle al vecino» y «no confrontar». Lo planteó, dicen quienes lo escucharon, por dos razones: la primera porque es la estrategia que les ha funcionado y la segunda porque necesitan preservar la gobernabilidad y el vínculo con los mandatarios provinciales porque aún en el mejor escenario, Cambiemos no tendrá mayoría en el Congreso.
En Buenos Aires, donde Esteban Bullrich quedó 20.000 votos debajo de Cristina Kirchner, más aún apuestan a la polarización aunque la figura de Vidal se pondrá en juego gradualmente con más intensidad sobre el final de la campaña, tal como se hizo en la previa al 13 de agosto. El mapa sobre el que trabajan en Provincia indica los lugares donde votó menos gente con la expectativa de que en las generales sube el nivel de participación y que ese es un votante anti-K. También se buscarán votos para crecer en el interior bonaerense, donde consideran que el perfil es más afín a Cambiemos. Finalmente, como ya contó Infobae, pondrán el foco en la fiscalización, creen en La Plata que fallaron en algunos lugares en el control y que por eso en algunas planillas figura cero votos para Cambiemos. Y se jugará fuerte y con cercanía con la gente la figura de Carrió, que llega de un descanso en Israel y pondrá el cuerpo a la Capital y a algunos otros distritos.
El interior es también centro de atención para Sergio Massa, de 1País, y para Florencio Randazzo, de Cumplir. En el caso de Massa, con menos votos de los que planeaba conseguir, ya hace un par de semanas que comenzó a visitar al menos cuatro ciudades por día. Este lunes por ejemplo irá a los distritos más grandes: un centro de jubilados en San Martín; presentará su plan ‘Alerta Buenos Aires’ en Tres de Febrero; visitará una pyme en Morón; pasará por Ituzaingó y hablará con trabajadores de una fábrica en La Matanza. En cada lugar, como hizo los últimos días previos a la PASO pero ahora durante toda la campaña, Massa se mostrará con sus referentes más preparados según el votante al que quiere convocar: Mirta Tundis, Marco Lavagna, José Ignacio De Mendiguren, etc. Los ejes serán dos: trabajo y seguridad. Y los lemas que se conversan con «un país con trabajo para los jóvenes» y «un país más seguro». Macri y Cristina Kirchner serán sus objetivos en la mira.
En el caso de Cumplir, Randazzo ya contó sus ejes el viernes en la cancha de Argentinos Juniors cuando cerró el plenario del Movimiento Evita. Para desembarazarse de la fatal polarización, insistirá con que en octubre se eligen legisladores y para evitar la fuga de votos hacia Unidad Ciudadana (ya perdió a intendentes como Juan Zabaleta y al ex diputado Julián Domínguez) remarcará que aun teniendo un bloque en Diputados, «Cristina Kirchner no pudo frenar las políticas de Cambiemos» y en Cumplir apuntan a ese argumento para pedir la renovación peronista. Prometen además jugar más fuerte y «mostrar a Randazzo como es», es decir más audaz o «peleador» de lo que se lo ha visto.
En ese marco evalúan como positiva la repercusión de su Tweet contra Luis D’ Elía («ponete a laburar», le respondió cuando el piquetero le pidió que baje su candidatura) y la audaz carta contra Cristina. Randazzo recorrerá el interior, donde le fue mejor, pero sin descuidar el Conurbano. El 17 de octubre tendrá un acto en el Gran Buenos Aires pero este lunes visita ciudades donde le fue mejor, como Bahía Blanca y Monte Hermoso, donde incluso ganó. Los votos que puede perder por un lado intentará recuperarlos entre movimientos sociales y el interior, por lo que al acto de Argentinos sumó al «Huevo» Ceballos, a la Corriente Clasista y Combativa, a gente vinculada con Víctor de Gennaro y a Itaí Hagman y Jonathan Thea que en Capital se unificaron incluso con La Cámpora y el resto del peronismo.
Cristina Kirchner ya mostró algunas de sus cartas. El jueves 14 se quitó de encima una deuda y respondió, a su modo, preguntas sobre corrupción, sobre las causas judiciales que la involucran y hasta sobre el día en que no le pasó la banda presidencial a su sucesor. Ahora, consideran en su entorno, está habilitada para dar algunas notas más, incluso alguna más light y menos política, y evitar temas incómodos con un «eso ya lo respondí».
También ya se contacta con los medios en cada visita pública. «Rompió el hielo», aseguran en su entorno desde donde cambiaron la forma de comunicar y ahora avisan previamente en qué sitio estará haciendo campaña y no después, como ocurrió en las PASO y hasta hace unos días cuando las gacetillas y fotos llegaban una vez concluida la actividad.
A diferencia del resto de los candidatos, Kirchner se está concentrando en el Conurbano bonaerense, donde desde el PJ, aunque estén yendo por fuera con UC, sale con el padrón peronista casa por casa para pedir el voto a ella. Apuestan a convencer a quienes optaron por Randazzo, como ya lo hicieron con Domínguez, y plantean que aunque fueron por fuera, la gente la eligió como opción peronista. Como Macri, Cristina Kirchner juega a la polarización.
En su entorno cuentan que el acto en Florencio Varela, tierra del peronista Julio Pereyra, será similar al de Arsenal y al de La Plata: más Cristina y ciudadanos de a pie, afectados por políticas del macrismo. Desde este lunes se mostrará cada día en una actividad y recorrerá todos los distritos, casi siempre con intendentes junto a ella, los mismos con los que se reunió sección por sección y a los que ahora escucha casi a diario. Es un esquema de necesidad mutua donde crecen figuras como Gustavo Menéndez, Ariel Sujarchuk, Walter Festa y el ex intendente Fernando Espinoza. De hecho sus responsables de comunicación trabajan algunos días desde el Instituto Patria codo a codo con las figuras más cercanas a Cristina. Dicen que también visitará el interior y no se descarta un acto en la ahora hostil Mar del Plata donde sin embargo creció en votos Unidad Ciudadana, de la mano, entre otros, de la camporista Fernanda Raverta. Jubilados, trabajadores, estudiantes y empresarios, como en las recorridas de Randazzo y Massa, se repiten en la planificación K. «A diferencia de las PASO va a ser una campaña con mucha acción», prometen en el comando de campaña kirchnerista.