Las urnas ya están abiertas. Ahora, sólo resta dejar que pasen las horas hasta que cierren y entonces sí poder tener un primer pantallazo de lo que será un día clave: están en juego casi la quinta parte de los delegados demócratas y la cuarta de los republicanos que los candidatos necesitan para conseguir la nominación.
El republicano Donald Trump y la demócrata Hillary Clinton tienen ante sí la posibilidad de alejarse de sus rivales.
Votantes de Vermont a Colorado, pasando por Alaska, la Samoa Americana y varios estados del centro del país se dirigen a los centros de votación y a las asambleas electorales en el día de más actividad de las primarias de 2016.
Los centros de votación abrieron a las 6 locales en una jornada crítica para los aspirantes, en especial entre los republicanos, ya que el número de delegados que se eligen representan casi la mitad de los necesarios para asegurarse una victoria en la convención partidaria.
Entre los estados que realizarán sus primarias o caucuses este martes, destaca Texas, con uno de los mayores padrones electorales del país.
El multimillonario Trump, que según todos los sondeos llega con una intención de voto superior a la de todos sus adversarios sumados, podría terminar el día en una posición inmejorable para liquidar el pleito entre los republicanos.
Después de vencer en tres de las cuatro primarias ya realizadas, Trump exhibe una enorme ventaja en cantidad de delegados obtenidos. Marco Rubio y Ted Cruz están inmersos en un esfuerzo frenético para detener al multimillonario.
Entre los demócratas, la ex secretaria de Estado también llega como favorita ante el senador Bernie Sanders, un socialista democrático que defiende una nueva etapa en la política estadounidense sin la influencia del dinero y las grandes corporaciones.
Agencias AP y AFP