Convocados por su líder Juan Guaidó, miles de opositores se movilizaban este sábado en Caracas y otras regiones de Venezuela, en una nueva jornada para presionar por la salida del presidente Nicolás Maduro, quien también llamó a marchar a sus seguidores. Durante algunas horas, dos diputados opositores estuvieron detenidos.
Los partidarios de Guaidó, reconocido como mandatario interino por más de 50 países, marchaban hacia el sector de Chacaíto, en el este de la capital, donde el parlamentario pronunciará un discurso.
Gritando consignas por el «cese de la usurpación» y a favor de la «operación libertad», los manifestantes salieron de una decena de puntos de la capital, de un total de 358 propuestos para concentrarse en todo el país.
«Estamos en un estilo de sobrevivencia al que nos ha sometido esta dictadura», dijo Marcel Rouaix, estudiante de 22 años con una pancarta que rezaba «el apagón ahora es de todos».
La «operación libertad», que el opositor pone en marcha este sábado, prevé una movilización nacional hacia Miraflores, en fecha no establecida.
El jefe del Parlamento de mayoría opositora también llamó a rechazar la crisis de los servicios públicos.
Desde el corte masivo del 7 de marzo, Venezuela sufre interrupciones intermitentes de luz que además han degenerado en graves problemas en el suministro de agua.
Los apagones también han afectado las comunicaciones, el transporte y la banca electrónica, en un país donde apenas circula el dinero en efectivo y la casi totalidad de los pagos se hace con tarjeta.
«Acaban de liberar a los diputados que habían detenido, Nora Bracho y Renzo Prieto«, dijo Guaidó en un discurso ante miles de simpatizantes en el este de Caracas.
«La represión fue brutal, desde el helicóptero lanzaron bombas lacrimógenas, mandaron tanquetas de la Guardia y luego que los militares reprimieron llegaron los colectivos (civiles armados)», dijo la diputada Elimar Díaz, quien marchaba en Maracaibo.
Según Díaz, en la zona donde militares «estaban reprimiendo no había electricidad».
AFP