En relación a las denuncias contra la ex fiscal Viviana Fein y el ex secretario de Seguridad de la Nación Sergio Berni, Arroyo Salgado sostuvo: «Lamento que desviemos energías, que se concentren en investigar. No quiero darles ese ejemplo a mis hijas, nosotros no somos personas vengativas».
Además remarcó en una entrevista con Luis Majul en La Cornisa que «ningún juez reconoció lo que nosotros ya probamos. En el informe interdisciplinario, en el punto 13, nuestros peritos afirmaron que el análisis del lugar del hecho, así como las evidencias físicas, descartaron la posibilidad de que el hecho sea accidental. Nuestros peritos afirmaron en el expediente que el padre de mis hijas fue víctima de un asesinato. Le pude explicar a mis hijas cual era la verdad científica detrás de la muerte de su papá».
Sobre la investigación oficial encarada por los peritos oficiales y en la que participaron la ex fiscal Viviana Fein y el ex secretario de Seguridad Sergio Berni investigados por la supuesta alteración de la escena del crimen, la jueza federal de San Isidro enfatizó que «todavía no cuenta con las medidas de prueba y un estudio interdisciplinario. Los peritos oficiales no se animaron a decir que fue un suicidio. Hubo elementos muy importantes en la investigación que no fueron preservados. No se preservó la escena del crimen».
De Alberto Stiusso dijo que «trabajó en colaboración con Alberto y lo conocí a través de él. Lo traté en alguna reunión social y tuve trato funcional como jueza. Me llamó a la semana de la muerte».
En cuanto a Diego Lagomarsino la jueza remarcó: «No le creo y sé que está mintiendo. Oculta datos importantes para la investigación. No era sólo asesor de informática. El celular de Alberto era un colador. Debe decir qué trabajo hacía para Alberto».
Además relató que «no» asistió a un encuentro al que la habría convocado la ex presidenta Cristina Fernández el 18 de febrero de 2015, el mismo día que se realizó la marcha de los fiscales en reclamo del esclarecimiento de la muerte del fiscal de la causa AMIA, ya que «no quería» que la usaran junto a sus hijas «con fines políticos».
Acerca de la vida personal del fiscal afirmó que «Alberto, en lo profesional, era una persona perfeccionista y obsesiva. Su gran desafío era despejar que había detrás del atentado terrorista que estaba investigando».
Añadió luego que «era una persona muy comprometida con su trabajo. Era un fiscal las 24 horas. Llevó adelante su trabajo hasta las últimas consecuencias. Era impensado que Alberto tomara la decisión de terminar con su vida. La autopsia psicológica concluyó que él no tenía un perfil suicida».
Consultada sobre su vida a partir de la muerte del fiscal, señaló que «en 2015 lo vivimos muy mal. Hubo actos por los cuales querían silenciar el tema. Quisieron asustarnos en distintos lugares de nuestra vida, como el club o el colegio de mis hijas. Hubo episodios confusos. Trataron de generar un escándalo alrededor nuestro».