El auspicioso comienzo de temporada despertó la ilusión de Arsenal. Sin embargo, el golpe recibido ante San Lorenzo en su propia casa representó un cachetazo a la realidad. Los triunfos ante Banfield, Godoy Cruz y Defensa pasaron al olvido cuando el combinado del Huevo Rondina llegó al norte argentino para medir sus fuerzas ante Atlético Tucumán.
A pesar del entusiasmo y del mal momento del Decano, el elenco conducido por Ricardo Zielinski golpeó primero a través de la intervención de Marcelo Ortiz. La mínima ventaja descolocó al combinado bonaerense, y las inseguridades emergieron por el resultado adverso.
A pesar del constante esfuerzo por rescatar un empate, Arsenal no pudo volver al juego que demostró durante las tres primeras fechas y se vio superado por un equipo que sumó su segunda victoria y quiere recuperar la confianza para replantear su objetivo relacionado a la clasificación a una copa internacional.
