Carlos Rosales Mendoza, conocido como «El Carlitos» o «El Tísico», fundador del cártel de La Familia Michoacana y compadre del capo Osiel Cárdenas, fue hallado muerto y con signos de tortura junto a tres hombres en el occidental estado mexicano de Michoacán, informaron las autoridades.
La Procuraduría General de Justicia de Michoacán (PGJ, fiscalía) confirmó la muerte de Rosales Mendoza, quien era identificado por autoridades mexicanas como un peligroso narcotraficantecapaz de reorganizar bandas delictivas y de conseguir el apoyo del cártel del Golfo.
El cadáver de Rosales Mendoza apareció junto al de tres hombres más en la autopista Siglo XXI, que une Morelia -capital del estado- con la costa del pacífico.
Era investigado por la fiscalía de Michoacán como el narcotraficante que buscaba retomar el control de las operaciones de la producción y tráfico de drogas en el estado
Los cuerpos presentaban severas huellas de tortura e impactos de armas de fuego, y fueron abandonados en el estacionamiento de la caseta de peaje del poblado de Santa Casilda, en el municipio de Gabriel Zamora.
Rosales Mendoza fue detenido en octubre de 2004 en su residencia al sur de Morelia tras ser identificado por el Gobierno mexicano como el responsable de organizar la irrupción el 5 de enero de ese año de un comando armado de más de 40 sicarios en el penal del municipio de Apatzingán, de donde se fugaron 25 reos, entre ellos cinco peligrosos asesinos.
El narcotraficante salió de prisión en mayo de 2014 y autoridades mexicanas lo recapturaron en agosto pasado pero logró evadir la prisión al pagar una fianza por el delito de Portación de Arma de Fuego.
«El Carlitos» era investigado por la fiscalía de Michoacán como el narcotraficante que buscaba retomar el control de las operaciones de la producción y tráfico de drogas en el estado.
Antes de ser detenido, Rosales Mendoza fungió como jefe de los narcotraficantes Nazario Moreno González «El Chayo», Servando Gómez Martínez «La Tuta», Enrique Plancarte Solís «El Kike» y Dionisio Loya Plancarte «El Tío», quienes abandonaron La Familia Michoacana y fundaron el cártel de Los Caballeros Templarios.
En 2014, el Gobierno mexicano abatió a «El Chayo» y a «El Kike», y detuvo a «La Tuta» y a «El Tío».