El plantel de River tiene nuevo hogar. En realidad, la concentración del plantel profesional en Núñez pasó por una transformación casi total, bajo la rigurosa lupa de Marcelo Gallardo quien, como en el campo de juego durante cada desafío del Millonario, estuvo en todos los detalles. Los jugadores de la Banda ya disfrutaron de las flamantes instalaciones en la previa del encuentro ante Talleres, por la cuarta fecha de la Superliga, y volverán a ocuparlas ni más ni menos que mientras se hallen enfocados en el Superclásico ante Boca, pautado para el domingo desde las 17 en el estadio Monumental.
La última obra en la «casa» del plantel había sido hace dos años, pero en esta última gran modificación sólo quedó el 20% de la estructura antigua, lo que sirve para ilustrar la envergadura del trabajo encarada por la dirigencia encabezada por Rodolfo D’Onofrio, a pedido del Muñeco. Y la concentración se transformó en un espacio funcional y a puro lujo.
Por ejemplo, el mobiliario fue renovado totalmente, tanto en el comedor como en el living, el cual ahora cuenta con un proyector de última generación. Y la cocina es el sector en el que el impacto del cambio se advierte más acabadamente. Se cambió por una más moderna y amplia, «cinco estrellas», de acero inoxidable, al igual que los implementos que son utilizados por los chefs y el depósito refrigerado de alimentos. También el salad bar, una isla para autoservicio ubicado en un sector exclusivo. En este punto, participó un ingeniero en bromatología y los trabajos fueron supervisados por el nutricionista del plantel.
Las habitaciones donde descansan los futbolistas también pasaron por algunas remodelaciones y el club encomendó el ploteo en los espacios comunes, con los colores y el escudo de la institución siempre presentes.
No sólo la concentración tiene nueva imagen: River también finalizó obras de renovación en el vestuario local: se agrandó la utilería, que ahora cuenta con un mueble con espacio destinado a cada integrante del plantel campeón de América. Además, amplió la sala de kinesiología, con un vidrio u-glass que cuenta con camillas nuevas automáticas. E incorporó la oficina de videoanálisis y se remodeló el consultorio médico para atender a cuatro jugadores a la vez.
La gestión de Gallardo en el Millonario no sólo redundó en títulos (10 desde su arribo a mediados de 2014): también en una mejora y ampliación de la infraestructura, llevada a cabo por la Comisión Directiva. Desde el «planito» que le presentó el propio entrenador, el club encaró una obra faraónica que derivó en el River Camp, el complejo de entrenamiento que posee en Ezeiza, con instalaciones de primer mundo. Y también se puso en marcha el proyecto River-Hurlingham, con el convenio que le permitió a la institución incorporar el predio para el desarrollo de las divisiones inferiores.
Pues bien, el plantel profesional ahora sueña con nuevas vueltas olímpicas en un hogar renovado, a puro lujo.