En la jornada de este domingo, las comunidades católicas de Nuestra Señora de Lourdes y Santiago Apóstol recibieron con una inmensa alegría las designaciones de sus nuevos párrocos. En la primera asumió el padre Horacio Martínez Franco y en la segunda, el presbítero José Guadalupe Prado Guevara, ambos procedentes de la Diócesis de San Juan de Los Lagos (México).
Ambas ceremonia fueron presididas por el obispo de Santiago del Estero, Vicente Bokalic quien destacó el acompañamiento de la Diócesis de San Juan de Los Lagos, «desde hace 10 años que venimos recibiendo su colaboración; y todos los sacerdotes mexicanos que vinieron a nuestra diócesis evangelizaron en La Banda. Estamos muy agradecidos con nuestros hermanos mexicanos».
También puso de manifiesto la buena predisposición de los sacerdotes, «quienes dejaron, en México, a sus seres queridos, amigos, familias para venir a La Banda a compartir su fe y llevar la Palabra de Dios a las personas que aún no conocen a Jesús; a continuar trabajando en el crecimiento de estas comunidades».
En ese contexto el prelado santiagueño expresó, «la primera tarea que tiene un sacerdote es ser servidor de la palabra, ambos profundizarán las enseñanzas que están en el Evangelio. Tanto el padre Horacio como José Guadalupe tienen la misión de transmitir la palabra de Dios».
«También deben ayudar a descubrir la belleza de la Eucaristía; y otra tarea es animar a la caridad, hay muchas comunidades que nos necesitan», expuso Bokalic.
En otra parte de su mensaje, el padre obispo indicó, «me imagino que los padres Horacio y José Guadalupe se preguntaron qué quiere el Señor de mí. Cuántas parejas entran en crisis, qué necesidad que tenemos de decir que quiere el Señor de mí. Él nos quiere conducir, guiar llevar de la mano. Necesitamos descubrir sus signos; los instantes de oración, esos silencios inmensos delante del Señor nos hará descubrir. Nuestros apuros no son los del Señor, pero él nos está escuchando».
«El Señor tiene mensajeros que nos va a ayudar a descubrir qué quiere el Señor», agregó.
Finalmente el obispo santiagueño instó a los flamantes párrocos a ser instrumentos de la misericordia y la salvación.
