México inició este sábado una nueva era bajo la presidencia de Andrés López Obrador, el líder izquierdista que prometió acabar con la corrupción de los gobiernos «neoliberales» que impidieron en los últimos 36 años el «renacimiento» del país.
«Me comprometo a no robar», dijo López Obrador, del Movimiento Regeneración Nacional (Morena), luego de la ceremonia de investidura (llamada «toma de protesta» por los mexicanos).
López Obrador, de 65 años, recibió de manos del diputado Porfirio Muñoz Ledo la banda presidencial que le entregó el mandatario saliente, Enrique Peña Nieto.
La ceremonia se realizó en la sede de la Cámara de Diputados, con la presencia de la vicepresidenta argentina, Gabriela Michetti, entre otros dignatarios.
También asistieron el rey Felipe VI de España y los presidentes de Colombia, Iván Duque; de Cuba, Miguel Díaz-Canel; de Bolivia, Evo Morales; de Ecuador, Lenín Moreno, y de Perú, Martín Vizcarra.
Además concurrió Ivanka Trump, la hija del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, acompañada por su esposo Jared Kushner, asesor presidencial.
«Hoy comienza un cambio de régimen político», tras 36 años de gobiernos «neoliberales», dijo López Obrador durante un discurso de más de una hora de duración.
El nuevo mandatario señaló que «nada ha dañado más a México que la deshonestidad de sus gobernantes» y dijo que «la privatización ha sido sinónimo de corrupción».
«El poder político y económico se han nutrido mutuamente y se ha implantado como modus operandi el robo de los bienes del pueblo y de la nación», afirmó.
El flamante jefe del Estado señaló que si le pidieran una primera frase de su gobierno, sería la siguiente: «Acabar con la corrupción y la impunidad».
«Esta nueva etapa la vamos a llevar a cabo sin perseguir a nadie, porque no apostamos al circo ni a la figuración», agregó.
López Obrador pidió poner «punto y final» a los casos de corrupción pública y no perseguir a los funcionarios de administraciones anteriores, para no meter al país en «una dinámica de fractura, conflicto y confrontación».
Abogó por que «no haya persecución a los funcionarios del pasado y que las autoridades encargadas desahoguen en absoluta libertad los asuntos pendientes».
Esta frase de López Obrador fue interrumpida por los legisladores de Morena, quienes gritaron la cuenta del 1 al 43, para recordar a los estudiantes de la escuela de Ayotzinapa desaparecidos en 2014 en el sur del país.
Por otra parte se comprometió a «no robar ni a permitir que nadie se aproveche de su cargo para sustraer del erario o hacer negocios al amparo» de las administraciones públicas.
«Si mi esposa o hijos cometen un delito, serán juzgados como cualquier otro ciudadano», afirmó.
El presidente mexicano dijo, además, que durante su mandato (2018-24) luchará contra la «inmunda corrupción pública y privada».
«A partir de ahora se llevará a cabo una transformación pacífica y ordenada, pero al mismo tiempo profunda y radical, porque se acabará con la corrupción y la impunidad que impiden el renacimiento de México», afirmó.
Para López Obrador, «la política económica neoliberal ha sido un desastre, una calamidad para la vida pública».
El nuevo mandatario se comprometió a crear una nueva Guardia Nacional para combatir la inseguridad y la violencia en México.
También prometió aumentar el salario mínimo y dijo que no volverá a fijarse por debajo de la inflación.
Cadena 3