El presidente ruso habló tras los estallidos que causaron, según las primeras informaciones, al menos 10 muertos y medio centenar de heridos en el metro de San Petersburgo.
Dijo que se están investigando todas las hipótesis y que no se descarta un ataque terrorista. También reveló que habló con las fuerzas de seguridad que están liderando las investigaciones del caso y le envió condolencias a las familias de los muertos en el presunto atentado.
Según la administración de la línea del metro de la ciudad, los estallidos fueron causados por un «artefacto», lo que ha alimentado la teoría de un ataque terrorista.
Los presidentes de Rusia, Vladimir Putin, y Bielorrusia, Alexander Lukashenko, tenían previsto para esta lunes una reunión para tratar de rebajar la creciente tensión que se ha instalado entre sus países desde la crisis ucraniana y los pasos dados por Minsk para aproximarse a Occidente.
Las relaciones entre Moscú y Minsk, vecinos y aliados, se han ido deteriorando desde 2014, cuando Lukashenko se distanció de Moscú al defender el respeto a la integridad territorial de Ucrania y no reconocer la anexión de Crimea.