En la práctica, el único segmento que tiene precios vigentes es el de la pickups, que no pagan Impuesto Interno. En este caso, los aumentos de las distintas marcas fueron de entre 12% y 15%. En el caso de los modelos importados o los nacionales que pagan o estaban por pagar ese tributo, los vendedores se manejaron con subas de alrededor de 7%, para los casos de marcas que en agosto habían hecho dos incrementos en el mes, como consecuencia de la devaluación pos-PASO, o de alrededor de 15%, para las que mantuvieron los mismos valores durante todo el mes.
Lo concreto es que, en el mercado, se operó con precios “estimados”. La actualización de la base imponible del Impuesto Interno que tenía que regir desde comienzos de septiembre. Ese ajuste, en base al índice de precios mayoristas del sector, se aplica de forma trimestral y, en este caso, era de 24%. De esta manera, para el precio al público, lo empezarán a pagar los modelos de más de $10.500.000. Hasta el jueves lo pagaban los 0 km de alrededor de $8.400.000.
Por este motivo, hay numerosos modelos que están “topeados” bajo ese precio para no pagar el impuesto interno. La suba de la base imponible es clave ya que permitirá ajustar los precios y acomodar los valor de los 0 km que hoy están distorsionados para no tributar.
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