Auxilio a las pymes, ayuda social y refuerzo en la seguridad

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Alberto Fernández volvió a concentrar este marte su agenda oficial en la región de la Argentina que más le preocupa frente al avance del coronavirus: el Conurbano bonaerense. Al Presidente también lo inquietan los suburbios de los principales centros urbanos, como Córdoba, Mendoza, Rosario o Tucumán. Pero el Gran Buenos Aires lo moviliza de forma particular. Allí se concentran, junto a la Ciudad, el 70% de los casos, atravesados por una compleja crisis social, económica y sanitaria.

Acompañado por el gobernador bonaerense Axel Kicillof, el secretario General de la presidencia, Julio Vitobello, el presidente de la Cámara de Diputados Sergio Massa, el diputado Máximo Kirchner y Juan Zabaleta -intendente de Hurlingham, con quién dialoga a diario-, el jefe de Estado conversó por teleconferencia durante más de dos horas con una treintena de jefes comunales del conurbano, con quienes repasó el estado de situación de los municipios en vísperas de la prórroga del aislamiento obligatorio y ante quienes se comprometió a poner los recursos “necesarios” para que la situación social y económica no se descontrole.

El fin de semana, el Presidente había estado en contacto permanente con algunos de los jefes comunales con los que más afinidad política -y de gestión- mantiene. Y con el ministro de Obras Públicas Gabriel Katopodis, que conoce la problemática social del conurbano por su paso por San Martín.

Según trascendió en forma oficial, Fernández adelantó que habrá un paquete de “$380.000 millones para auxiliar a las empresas y a las PyMEs, y que la Tarjeta Alimentar se cargará de forma semanal”. Kicillof había oficializado más temprano que postergaba el pago de la tercera cuota 2020 del régimen de Ingresos Brutos y la presentación de la declaración jurada del 2019.

En algunos municipios, la situación es preocupante.

“Estamos en frente de una estación de servicio: una chispa y estamos complicados”, graficó uno de los intendentes que participó del encuentro virtual. Hay distritos en los que los pedidos de alimentos aumentaron un 50%, al mismo tiempo que, para colmo, la baja de la recaudación se empieza a agudizar, en línea con lo que sucede a nivel nacional y bonaerense. También en la ciudad de Buenos Aires.

Hay, mientras tanto, cierto nivel de enojo con algunos intendentes que, según el entorno presidencial, “no están poniendo del todo el cuerpo”. Evitan, eso sí, ponerle nombre y apellido. Pero cuestionan que falta “territorialidad”. Y dedicación.

En ese sentido, el jefe de Estado reforzó en los últimos días el vínculo con la Iglesia y los curas villeros. Para acentuar la ayuda en algunas localidades en las que la cuarentena, decretada primero el jueves 19 de marzo y extendida ahora hasta la Semana Santa, empieza a encender las alarmas de la situación social a raíz del freno en la actividad económica.

Los intendentes están abocados a tiempo completo a la crisis. Supervisan que no falte plata en los cajeros automáticos. Que la entrega de alimentos y la asistencia social lleguen en tiempo y forma a los sectores más vulnerables. La Casa Rosada había adelantado para el viernes pasado la entrega adicional de la Asignación Universidad por Hijo (AUH), además del pago extra de $10.000 que deberá empezar a efectivizarse este mes a los trabajadores informales y a los monotributistas de menores categorías.

“El Presidente nos dio la tranquilidad de que los recursos que hagan falta van a estar”, remarcó uno de los jefes comunales que estuvo comunicado con Olivos desde su despacho.

Los jefes comunales supervisan en esa línea el cumplimiento del aislamiento social, preventivo y obligatorio. Hubo además un compromiso presidencial de reforzar la seguridad en las zonas más calientes del Gran Buenos Aires. Para evitar desbordes, la obsesión principal de los intendentes en estos días aciagos.

“Nuestro compromiso es pleno. Vamos a sostener los servicios y el trabajo en equipo”, aseguró a este medio Jorge Macri, de Vicente López. Uno de los intendentes de Cambiemos que participó de la videollamada junto a Diego Valenzuela, Julio Garro, Gustavo Posse, Jaime Méndez y Néstor Grindetti.

Por el lado del oficialismo, se conectaron Fernando Espinoza, Jorge Ferraresi, Martín Insaurralde, Lucas Ghi, Mariano Cascallares, Andrés Watson, Fernando Gray, Juan Mussi, Mayra Mendoza, Melina Fernández, Gustavo Menéndez, Ariel Sujarchuk y Mario Secco, entre otros.

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