La nave, un Boeing 737-800 de la aerolínea turca Pegasus proveniente de Ankara derrapó al aterrizar en Trebisonda, una ciudad costera, y quedó atrapado en la ladera de una pendiente que baja a la playa.
El gobernador de Trebisonda, Yücel Yavuz, confirmó que todos los pasajeros y la tripulación fueron rescatados ilesos y explicó que se había abierto una investigación para aclarar las causas del accidente.
El aeropuerto permaneció cerrado durante la noche pero este domingo retomó sus operaciones, señalan varios diarios turcos.
Por su parte, una de las pasajeras indicó que hubo fuertes escenas de caos y temor en la cabina. «Nos inclinamos a un lado, el frente estaba hacia abajo mientras que la parte trasera estaba elevada. Hubo pánico, la gente gritando«, declaró Fatma Gordu a la agencia Anadolu.
Infobae/Efe