El estado de Nueva York registró ayer menos de 100 muertes diarias por COVID-19 desde que alcanzó su pico máximo en la crisis, con una cifra de 84 fallecidos pero representa un «progreso real», según anunció ayer el gobernador Andrew Cuomo.
En su actualización, Cuomo dijo que ayer «en general todo son buenas noticias» porque siguen bajando los indicadores de nuevos casos, hospitalizaciones e intubaciones por el coronavirus SARS-CoV-2 en todo el estado, epicentro de la pandemia en EEUU, que ya ha reabierto sus regiones del norte, menos afectadas, y ve avances en las del sur.
El gobernador sostuvo que dos de las tres regiones que todavía no han iniciado la primera fase de la reapertura, Long Island y Mid-Hudson, están en condiciones de cumplir los requisitos la semana que viene, pero no se pronunció sobre el área de la Gran Manzana, la más impactada, en la que el ayuntamiento estima hacerlo la primera mitad de junio.
El estado de Nueva York ha concentrado casi 29.000 de las 96.000 muertes por coronavirus en EEUU, según datos a fecha de en la víspera de la Universidad Johns Hopkins, pero lleva varias semanas de descenso en sus indicadores, de manera más lenta en la Gran Manzana. Las autoridades estatales están ya trabajando en establecer las normas relativas a los sectores que pueden operar en la fase dos -servicios profesionales y comercio minorista, especialmente- para aquellas regiones que «no tengan repuntes en sus métricas» de COVID-19 dos semanas después de entrar en la primera fase. Ante todo, el gobernador llamó a la cautela durante este fin de semana largo marcado por el festivo de Memorial Day, que se celebra mañana, y que suele representar el inicio no oficial de la temporada de verano, con más gente viajando y reuniéndose en playas y parques debido al buen tiempo.
Cuomo ha permitido abrir algunas playas del estado a los bañistas -las de la ciudad de Nueva York solo permiten caminar y sentarse- y en ese sentido aplaudió el seguimiento de las normas de distancia social, aunque el clima lluvioso probablemente sirva de revulsivo para muchos ciudadanos que se planteaban juntarse.
Recordó que prácticamente un tercio de quienes se contagian del virus nunca muestran síntomas y pueden estar propagándolo, por lo que instó a la población a hacerse test, a cubrirse el rostro en situaciones de contacto con otras personas y a no hacer «fiestas de diez personas» solo porque se les permita, tras autorizarlo el viernes. Preguntado por las altas cifras de fallecidos en residencias de ancianos, a donde según versiones de prensa se envió de vuelta a 4.000 personas que se estaban recuperando de COVID-19 y que habían sido ingresadas en hospitales, la secretaria del estado, Melissa de Rosa, señaló que se siguieron las indicaciones del Gobierno.
«Hay una docena de estados que hicieron exactamente lo mismo, muchos preocupados por la capacidad de los hospitales», dijo De Rosa, a lo que Cuomo añadió que «Nueva York siguió la guía de una agencia del presidente (Donald Trump)» y pidió «no criticar al estado por seguir las políticas del presidente».
El Tribuno