El financiamiento del Proyecto de Respuesta Urgente al COVID-19 es de margen variable, reembolsable en 32 años y tiene un período de gracia de 7 años.
El proyecto acompaña la implementación del plan integral de preparación y respuesta frente al COVID-19, en particular la provisión de suministros específicos y apoyo logístico al sistema de salud, incluido el tratamiento adecuado para minimizar la morbilidad y mortalidad.
En declaraciones citadas por el BM, el ministro de Salud, Ginés González García, precisó que «con estos recursos se reforzará la calidad de respuesta del sistema de salud, apoyando a las provincias con la entrega de equipamiento médico para lograr equidad en el acceso para todos los argentinos».
En este caso, los fondos serán destinados a mejorar la infraestructura de los laboratorios para asegurar la detección temprana y la localización y trazabilidad de los casos.
También se prevé la adquisición de insumos médicos y equipos para la protección del personal de salud, así como la mejora y ampliación de los servicios de terapia intensiva.
«Trabajamos rápidamente para que la Argentina pueda contar con los recursos que necesita para fortalecer su capacidad de respuesta sanitaria y limitar así los impactos sociales y económicos de esta pandemia», expresó Jordan Schwartz, Director del Banco Mundial para Argentina, Paraguay y Uruguay.
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