El discurso de Barack Obama
El United Center, el estadio de los Chicago Bulls, fue el escenario elegido para una jornada electrizante. Desde este lunes y hasta el jueves 22 de agosto se lleva a cabo la Convención Nacional Demócrata que tiene como principal objetivo investir como candidata oficial a Harris, además de brindarle un apoyo sustancial de parte del partido a la actual vicepresidenta de los Estados Unidos.
En esta línea estuvo planteado el discurso de Obama. A sus 63 años, el expresidente de EEUU sigue siendo una figura preponderante en el partido Demócrata y las expectativas por oírlo eran altas.
Además, también describió al empresario como “un torrente constante de quejas y agravios, con teorías conspirativas. Esa extraña obsesión por las multitudes, con los tamaños”, ironizó Obama sobre las declaraciones de Trump sobre la supuesta concurrencia masiva de sus actos.
El binomio presidencial conformado por Harris – Waltz inició su campaña corriendo de atrás en las encuestas. Sin embargo, luego de la decisión de Biden de renunciar a su reelección y tras las primeras semanas de Kamala como candidata, el partido Demócrata comienza a equiparar la puja en una contienda electoral que, en palabras de Obama, «seguirá siendo una carrera reñida en un país dividido«.
Más allá de la ceremonia, el discurso de Obama tenía un objetivo principal: alinear todo el apoyo del partido detrás de Harris. En este sentido, el expresidente fue claro: «Estados Unidos está listo para un nuevo capítulo. Estamos listos para la presidenta Kamala Harris. Y Kamala Harris está lista para el trabajo«.
Por último, Michelle Obama también fue oradora en el acto y sostuvo que «algo mágico está pasando ahora». Luego, la esposa del expresidente sentenció: “EEUU., la esperanza ha regresado”.
La primera promesa de campaña de Kamala Harris
En medio de su campaña electoral, Harris anunció cual será una de sus primeras medidas fuertes en caso de ser elegida presidenta: la candidata demócrata planea aumentar la tasa del impuesto de sociedades al 28%.
Así fue confirmado por el portavoz de campaña de Harris, James Singer, quien describió a la medida como «una manera fiscalmente responsable de devolver dinero a los bolsillos de la gente trabajadora y asegurar que los multimillonarios y las grandes corporaciones paguen su parte justa». La medida iría en contar de la legislación firmada por el expresidente Trump en 2017, que redujo drásticamente el tipo del impuesto de sociedades del 35% al 21%.
Esta legislación podría ser una inyección de miles de millones de dólares de cara a un nuevo Gobierno. Según estimaciones de la Oficina Presupuestaria del Congreso, organismo no partidista, el aumento de un punto porcentual en la tasa del impuesto de sociedades corresponde a alrededor de u$s100.000 millones en una década.
“Como presidenta, Kamala Harris se centrará en crear una economía de oportunidades para la clase media que avance su seguridad económica, estabilidad y dignidad«, ahondó Singer. En contrapartida, en su campaña electoral Trump declaró que buscará recortar aún más los impuestos, incluso a las empresas, si es el ganador de la contienda electoral.