Se animó. No se dejó llevar por las especulaciones. Fue a buscar el partido sin importar lo que se habló. Aunque puso suplentes, Bélgica le ganó 1-0 a Inglaterra y se quedó con el Grupo H con puntaje perfecto, el último que faltaba definir en el Mundial de Rusia 2018.
Las malas lenguas hablaban de arreglo o de lo que le convenía a los dos seleccionados, ya que el líder de esta zona queda del lado más complicado del cuadro de la segunda ronda del torneo (Argentina, Francia, Portugal y Brasil, entre otros), mientras que el escolta se acomoda en la parte menos rigurosa (con España como gran amenaza, aunque recién en semifinales).
Como era de esperarse, en el primer tiempo casi no se atacaron. Porque no querían arriesgar ningún jugador (por eso ambos entrenadores usaron mayoría de suplentes), no querían ser amonestados y también porque a los Diablos Rojos se sentían cómodos siendo segundos en la tabla, ya que su camino en el cuadro parece más accesible rumbo a la final que terminando punteros, por donde van Argentina, Brasil y Portugal, entre otros.
Apenas algunos centros cruzados sin demasiado peligro de un lado y del otro, y una pelota que se le escapó al arquero Jordan Pickford y que Gary Cahill salvó en la línea.
Pero a los cinco del complemento, los belgas dejaron todos los rumores de lado y Adnan Januzaj clavó un verdadero golazo para adelantar a su equipo en el marcador y quedarse con el liderazgo del grupo.
A los 20, Marcus Rashford desperdició la más clara que tuvieron los ingleses en un mano a mano con Thibaut Cuortois. Pero el resto del partido transcurrió sin sobrealtos. Porque Bélgica se sentía bien ganando el encuentro y el grupo, y a Inglaterra no le molestaba quedar segunda para ir por la parte del cuadro que -supuestamente- es menos complicada.
Ahora, los Diablos Rojos se enfrentarán a Japón el lunes 2 de julio en Rostov del Don, mientras que los inventores de este deporte chocarán con Colombia el martes 3 en el estadio del Spartak en Moscú.
