Tras un duro revés en la votación sobre las cuentas del Estado 2010, Silvio Berlusconi le adelantó al presidente Giorgio Napolitano que abandonará su cargo de primer ministro, tal como lo exigía la oposición.
Il Cavalieri anunció que presentará la renuncia cuando se aprueben las medidas de ajustes exigidas por la Unión Europea, según informó una nota oficial del Presidente de la Republica italiana.
Según el comunicado, en la reunión con Napolitano, Berlusconi expresó una «gran preocupación por la urgente necesidad de dar respuestas puntuales a las expectativas de los socios europeos con la aprobación de los presupuestos de 2012, oportunamente enmendados siguiendo la contribución más reciente con observaciones y propuestas de la Comisión Europea».
«Una vez cumplido ese trámite, el presidente del Gobierno pondrá su cargo a disposición del jefe del Estado, que procederá a las consultas habituales (para formar un nuevo Gobierno) dando máxima atención a las posiciones y propuestas de cada fuerza política, ya sea de la mayoría parlamentaria que salió de las elecciones de 2008 como de la oposición», añade.
El Ejecutivo de Berlusconi tiene por delante la ratificación en el Parlamento de una enmienda a los presupuestos de 2012 que hace una semana aprobó el Consejo de Ministros. En esa «maxienmienda», cuyo contenido específico aún se desconoce, figuran las primeras exigencias hechas por la UE a Berlusconi para garantizar la estabilidad financiera del país, que tiene una deuda pública del 120 % de su PIB.
Está previsto que el miércoles el Ejecutivo presente en el Senado la «maxienmienda» a los presupuestos de 2012, que, siguiendo su curso habitual, pueden ser votados por el pleno de la Cámara alta la próxima semana. Posteriormente, los presupuestos deberán pasar por la Cámara de los Diputados para su aprobación definitiva, que el primer ministro había calculado que se produciría con un procedimiento habitual a mediados de diciembre.
Una vez que el primer ministro ponga su cargo a disposición de Napolitano se abre el periodo de crisis de Gobierno y el presidente de la República comenzará las consultas para ver si se puede formar un nuevo Ejecutivo, con o sin Berlusconi, y, en el caso contrario, convocar elecciones anticipadas.
Revés del Parlamento
Previamente, el premier no logró los 316 votos a favor que necesitaba para garantizarse la mayoría absoluta en la Cámara de Diputados. A la hora de votar las cuentas generales del Estado 2010, Berlusconi y el gobernante Popolo della Libertà (PDL) han conseguido sólo 308 de apoyo, mientras que hubo 321 abstenciones.
A la oposición tampoco le convenía tirar abajo el presupuesto de las cuentas generales del Estado. Era un trámite que debía ser aprobado. Pero al renunciar a su sufragio, Berlusconi entendió que ya no tiene la mayoría.
De este modo quedó en evidencia la fragilidad del primer ministro, incluso abandonado por once diputados oficialistas, que decidieron abstenerse de la votación.
«Ahora dimita», le exigió el líder del Partito Democratico (PD), Luigi Bersani. «Presente su dimisión y entregue su mando al jefe de Estado, el presidente de la República», insistió el líder opositor después de la votación. «Nosotros haremos nuestra parte por el bien del país».