Más de 30 viviendas de ese sector de Bogotá fueron alcanzadas por la espuma fétida que alcanzó los 5 metros de alto, según las autoridades.
«Gracias a Dios paró el aguacero o si no imagínese la emergencia en que estaríamos. Aquí el agua contaminada sigue saliendo de esa quebrada. Estos olores son muy nocivos para los niños y ancianos», reaccionó otra vecina.
Hace algunas semanas se registró una emergencia similar en el cercano municipio de Mosquera por el desbordamiento del río Balsillas, cuando la espuma tóxica invadió varias calles.
El fenómeno obedece a la cantidad de jabones, detergentes y otros químicos que son arrojados al sistema de alcantarillado y terminan por contaminar los ríos y quebradas de Bogotá.
Ámbito