En la jornada de este jueves, la comunidad del barrio 25 de Mayo celebró la Fiesta Patronal en honor a Nuestra Señora de Itatí. En la oportunidad el obispo diocesano Vicente Bokalic señaló, «ojalá que los dirigentes aprendan a que no saldremos adelante si no hay encuentros y grandeza de superar divisiones».
Previo a la celebración Eucarística, encabezado por el padre Gastón Cuello y monseñor Bokalic, la Virgen de Itatí visitó las casas de las familias residentes en el mencionado núcleo habitacional.
En cada lugar, los vecinos salieron a las veredas de sus domicilios para recibir la bendición de la Madre de Jesús.
Tras el extenso recorrido, se desarrolló la Santa Misa. En su reflexión el pastor de la iglesia católica recordó que vivió varios años en la provincia de Corrientes, «nosotros íbamos a misionar a donde no había sacerdotes, no había catequistas en el interior de Corrientes; pero estaba la virgencita. Esa era la unión que tenían con la iglesia».
«Los hermanos evangelistas se encontraban con una barrera que era la Virgen de Itatí. Ella nos ayudó a mantener viva la fe de esos pueblos que no tenían catequesis. Había gente muy creyente y bautizados. Me da alegría que tengamos a la Virgen de Itatí, que es representante del Litoral», añadió Bokalic.
Por otra parte el prelado santiagueño acotó, «hoy -por este jueves- tenemos que recordar con alegría a monseñor Ariel (Torrado Mosconi) quien fue el primero en pisar, misionando. Esta historia comenzó con una misión, así como lo hicimos el año pasado en el barrio Mama Antula; esta historia comenzó con una misión».
«Como nace las cosas con una misión y es un ejemplo que nos da la palabra de Dios. María dijo aquí estoy, ella confiaba mucho en Dios. Hoy en día tenemos tantas preguntas, estas cosas que nos pasan, y le preguntamos a Dios por qué y a veces no tenemos respuestas. María tenía confianza en él, esto es la fe, confiar en Dios porque no nos abandonará», argumentó Bokalic.
Más adelante el obispo expresó, «en esa fe María recibió el llamado de ser madre de Jesús y se enteró que su prima Isabel estaba embarazada; y fue a su encuentro para llevarle una buena noticia. Nosotros no nos tenemos que olvidar del Espíritu Santo, sin él no hay misión, no hay catequesis. El Espíritu Santo nos da la fuerza de seguir adelante».
«Nuestra patria necesita de verdaderos encuentros para superar tantos desencuentros. La dirigencia debe aprender a no pelearse para buscar las soluciones a los grandes problemas. Deben ser capaces de sentarse en la misma mesa, buscar puntos en común», prosiguió en su homilía.
Luego sostuvo, «los patriotas que declararon la independencia eran de distintos partidos, pero fueron capaces de ponerse de acuerdo en algo».
«Ojalá que los dirigentes aprendan a que no saldremos adelante si no hay estos encuentros y grandeza de superar divisiones. El encuentro nos lleva a la paz, a encontrar caminos. Estamos invitados en buscar lo mejor para todos», concluyó el obispo Bokalic.