Bokalic: «Pidamos a la Virgen que nos acompañe a ser servidores para vivir con fe y esperanza»

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Ante una multitud de fieles, la parroquia Nuestra Señora de Lourdes celebró la fiesta en honor a su patrona. La ceremonia, que estuvo presidida por el obispo Vicente Bokalic, se desarrolló con el lema «Con María, al encuentro de Jesús».

La celebración se inició con una procesión por las calles adyacentes y en su retorno al templo la imagen fue recibida por la Banda de Música de la Policía de la Provincia. Asimismo, durante la santa misa María de Lourdes estuvo escoltada por la Guardia de Honor de los Patricios Santiagueños.

Los párrocos Alberto Villaseñor Jiménez y Gastón Cuello de Santiago Apóstol y Cristo Rey respectivamente, acompañaron al obispo diocesano que en su  homilía destacó: «María es la síntesis de las virtudes, ella creyó, esperó y lo siguió hasta el final, fue capaz de decir ‘Bendice el alma del Señor’. Necesitamos pedirle a María que nos enseñe a tener esa mirada solidaria ante los momentos difíciles que estamos atravesando, donde falta el pan, la paz, el trabajo y tantas cosas que duelen y que no nos permite descubrir la mirada misericordiosa de nuestro Señor que jamás nos abandona».

Más adelante indicó: «María las pasó todas, sabe de la dureza de la vida, del desarraigo, de la pobreza, de la violencia, de las injusticias, sabe del mal de corazón humano, como no mirarla a ella y pedirle que nos enseñe a reconocer a Dios nuestro Rey a quien servimos y queremos seguir en la persona de su hijo Jesús».

«En esta novena -continuó el prelado- hemos meditado sobre la vida de María que nos tiene que llevar a entender el paso de Dios por la vida y descubrir cómo nos visita a través de amigos, consejos, con testimonios de fortaleza. Por todo ello no podemos quedarnos cómodos y encerrados con tantos hermanos que necesitan de nuestra presencia y compromiso; debemos imitar a María y salir al encuentro».

Finalmente indicó: «Debemos pedir al Señor que no perdamos el espíritu de encuentro, de ser misioneros, de trabajar juntos, que esta sea una actitud permanente de nuestra iglesia diocesana; hagamos proyectos de inclusión con jóvenes para que hagan un camino de sanación y encuentro. Son muchos los que están desamparados y sin contención; pidamos a la Virgen que nos acompañe a ser servidores para vivir con fe y esperanza siendo una iglesia preocupada por los que más necesitan».

Antes de brindar  la bendición final, el obispo exhortó a los presentes a bendecir sus hogares, a rezar y los desafió a apadrinar a un enfermo, acompañarlo, y contenerlo. «Este es el mejor homenaje que le podemos hacer a la virgen de Lourdes, que desde nuestros hospitales, sanatorios y geriátricos nunca nos digan que nadie los visita. No les tengan miedo a los enfermos por que Dios nos bendice cuando los visitamos y rezamos por ellos».

 

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