«Él puede venir al país el rato que quiera, porque es boliviano. Pero en el Gobierno yo tengo que decidir quién entra y quién no entra«, añadió en una entrevista con Reuters.
Con un poco más del 73% escrutado, Arce, el exministro de Economía del exmandatario Evo Morales se impone con el 52,3% de los votos, seguido muy de lejos por el expresidente Carlos Mesa con un 30,6% y, aún más atrás, el líder santacruceño del levantamiento popular, policial y militar contra Morales el año pasado, Luis Fernando Camacho, con 15%, según reprodujeron los medios locales.
La Constitución boliviana declara ganador en primera vuelta al candidato que obtiene mayoría absoluta o el 40% de los votos con 10 puntos de ventaja sobre el segundo. De lo contrario debe haber un balotaje.
El domingo en la noche, el canal de televisión Unitel anticipó que Arce ganaba en primera vuelta la presidencia con 52,4% de los votos, seguido por Mesa, con 31,5%.
En tanto, la fundación Jubileo dio al izquierdista el 53% de los votos y al centrista el 30,8%.
Ambas encuestas privadas pusieron fin a la incertidumbre que imperaba en el país siete horas después del término de la votación, sin que las autoridades electorales difundieran resultados preliminares.
El triunfo de Arce marca el retorno al poder del Movimiento al Socialismo de Morales (2006-2019), un año después de su renuncia en medio de una clima de convulsión social y acusaciones de fraude electoral.
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