El 41% de los decesos se registra en el estado de San Pablo, el más populoso con 46 millones de habitantes.
Pese al dramático escenario que describen estas cifras, Bolsonaro profundizó la crisis política.
«Las medidas restrictivas fueron obra de gobernadores e intendentes. La prensa tiene que preguntarle al gobernador de San Pablo, Joao Doria, por ejemplo, por qué hay más gente muriendo en su estado», dijo el presidente.
Bolsonaro hizo el comentario luego de reunirse con diputados en el Palacio de la Alvorada, acusando a la prensa de haber destacado una declaración del martes por la noche que dio vuelta el mundo: «¿Y a mí, qué? Lo lamento. ¿Qué quieren que haga? Soy Messias, pero no hago milagros», en referencia a su segundo nombre que, efectivamente, es Messias.
El presidente, quien desde un principio consideró a la pandemia como «una gripecita», articuló sus respuestas y acusaciones en medio de un brote de la enfermedad que no para de expandirse en el país que él lidera.
Bolsonaro dijo que no deben acusarlo a él de las consecuencias económicas de la crisis sanitaria.
«Que no venga la prensa ahora a poner cosas en mi cuenta», subrayó al lado de 18 parlamentarios de su ex fuerza política, el Partido Social Liberal, que siguen siendo aliados y son claves para bloquear un posible pedido de juicio político que abra el Congreso.
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