Luego de la extensión de las licencias no automáticas a unos 600 productos que realizó el gobierno argentino el mes pasado para promover la industria local, distintos países y exportadores salieron a advertir las consecuencias que ello acarrearía en sus economías.
Tal es el caso de los exportadores brasileños, que en la última semana intensificaron sus quejas al gobierno de Dilma Rousseff, publica el diario Ámbito Financiero.
La Argentina mantiene negociaciones con Brasil para aligerar las tensiones y evitar que la medida entorpezca la relación bilateral y los negocios con el país vecino.
En ese marco, y tras los reclamos de los exportadores, la presidente Dilma Rousseff instruyó a sus ministros para exijan a sus pares argentinos que la Aduana “libere el paso de cientos de camiones retenidos, muchos de ellos transportando alimentos, y maquinaria agrícola” en la zona de la frontera, sostiene el matutino.
Y añade que otro de los pedidos que harán los funcionarios brasileños será que el gobierno nacional respete los tiempos de la OMC para autorizar las licencias no automáticas para importar, de no más de 60 días, añadió el matutino.
Ocurre que hay numerosos casos, según denuncian empresarios del vecino país, que tienen licencias pedidas sin respuesta por más de 300 días.
Asimismo, uno de los mayores miedos de los brasileños es que estas trabas lleven a los importadores argentinos a cancelar los pedidos
Fuente: Infobae